viernes, 20 de diciembre de 2019

Los días contados (Trilogía Transilvana I), Miklos Banffy

Miklos Banffy fue un importante político, diplomático y escritor húngaro que vivió a caballo entre los siglos XIX y XX. Por ello, es un punto de partida interesante para aprender algo acerca de ese extraño y complejo engendro político que fue el Imperio Austrohúngaro, también conocido como la Monarquía Dual, que desempeñó un papel clave en la política europea hasta la Gran Guerra.

Entre 1930 y 1940 Banffy publicó varias novelas, tres de las cuales, Los días contados, Las almas juzgadas y El reino dividido, conocidas como la Trilogía Transilvana, convirtieron a su autor en un escritor de prestigio en  centroeuropa.

Los días contados es la primera de la tres novelas.
La acción de Los días contados se desarrolla en 1908 y la narración  se mueve bajo diferentes focos, quizá de un modo demasiado brusco.

Por un lado tenemos a Balint Abady, conde y diplomático, todavía joven, que tras volver de un destino extranjero, es elegido diputado en el parlamento de Budapest.

Con él asistimos a las continuas tensiones entre Viena y Budapest, pero también entre Budapest y Transilvania, así como a las sucesivas crisis de gobierno, a los eternos conflictos políticos, tanto con las minorías nacionales de Hungría (rumanos, bosnios, serbios, croatas...) como con Austria y el emperador. Pero Balint es transilvano y vuelve a sus propiedades cuando no hay actividad parlamentaria, que es la mayoría del tiempo.

En Transilvania, Balint asiste a bailes y cacerías, y se reencuentra con Adrienne Miloth, antiguo amor ya casada con el tiránico Uzdy.

El otro gran protagonista de esta novela es Laszlo Gyeroffy, también conde, huerfano y primo de Balint. Laszlo no ha hecho carrera profesional y es un crápula devoto de las juergas y el juego.

Y en torno a estos y otros muchos personajes secundarios se teje la urdimbre de esta interesante novela.

Uno de los puntos fuertes de la narración es la gran capacidad de Banffy para transmitir la esencia de un mundo, a caballo entre oriente y occidente, muy diferente al nuestro, con sensibilidad, estilo y una muy elegante sensualidad.

Entre los puntos débiles se puede hablar de la abundancia de personajes secundarios que parecen no ser meras comparsas pero no aparecen con la continuidad necesaria.

Y es que, hasta cierto punto, Los días contados es una novela coral.

Voy a por la segunda...

lunes, 2 de diciembre de 2019

Factotum, Charles Bukowski

Segunda novela de Bukowski, publicada en 1975.

En otros tiempos leí mucho a Bukowski, aunque últimamente no lo frecuento. Quizá sea el momento de dedicarle unas líneas.

Charles Bukowski fue un poeta y novelista norteamericano nacido en el periodo de entreguerras en Alemania, aunque a los pocos años su familia emigró a EEUU.

Como tantos otros, la infancia del joven Bukowski estuvo marcada por un padre violento, una familia desestructurada, la penuria económica, el desarraigo social y el alcoholismo. Quizá por ello, como tantos otros, Bukowski encontró refugio en diversas actividades más o menos  autodestructivas: el alcohol, el juego o las apuestas. Pero a diferencia de los demás, Bukowski tenía algo que lo hacía único: la pasión por la escritura.

Eso no le salvo, desde luego, de llevar una vida difícil, pero al menos pudo disfrutar sin freno de algunas cosas que, si bien no suelen solucionar ningún problema, y menos aquellos que quien tiene no quiere resolver, al menos le alegraban la existencia: fama, dinero y sexo.

Bukowski escribió montones de novelas, relatos cortos y poesía. Con el paso de las décadas se convirtió en personaje de culto y uno de los máximos exponentes de eso que se ha llamado realismo sucio.

¿Que podríamos decir de su prosa? Es ágil, directa, obscena y violenta. Técnicamente poco sofisticada, pero precisa, sin concesiones. Utilizando una muy manida metáfora diríamos que Bukowski escribía a puñetazos.

¿Y que decir de sus temas? Limitados, pero de interés para muchos seres humanos: el sexo, el alcohol, el juego, el amor y el vacío existencial.

En esta novela autobiográfica, Henry Chinaski, alter ego de Bukowski, malvive en las cercanías de Los Ángeles. De pensión de mala muerte en pensión de mala muerte, de trabajo de mierda en trabajo de mierda, de borrachera en borrachera, de mujer autodestructiva en mujer autodestructiva... Escribiendo relatos que las editoriales rechazan sin piedad.

domingo, 1 de diciembre de 2019

Carlos V, Manuel Fernández Álvarez

Magnífica biografía del emperador Carlos V. Tercera de la serie, tras las de Isabel la Católica y Juana la Loca. Larga y muy bien documentada.

No es una biografía política, sino personal. Por eso, en ocasiones se hace difícil integrar la narración en el devenir histórico de los hechos.

A cambio, tras la lectura, nos parece que hemos acompañado a Carlos desde las brumas norteñas de su infancia a la austera reclusión de Yuste.

Carlos V es la auténtica especialidad de MFA. De hecho, el libro comienza con un repaso superficial a la bibliografía existente sobre Carlos y su época. Al respecto, la erudición de MFA es apabullante.

Si tengo que destacar algo de la persona, al fin y al cabo de ello va la obra, será la admirable profesionalidad del gobernante, manifiesta en los constantes viajes por toda la Europa que Carlos hizo a lo largo de toda su vida, con el único objeto de conocer de primera mano lo que ocurría en el Imperio. Bien es sabido que cruzar Europa en el siglo XVI era duro e incómodo, amén de peligroso, incluso para el Emperador.