lunes, 3 de diciembre de 2018

Años inolvidables, John Dos Passos

Ya en su vejez, Dos Passos escribió unas breves memorias selectivas en las que pasa revista a diferentes periodos de su vida.

Son unas memorias atípicas. Dos Passos apenas incide en su vida privada, pero nos permite acompañarle como espectadores privilegiados durante algunos periodos de su vida.

El libro es es un elogio de la vida, de las ganas de vivir y de los que saben vivir la vida. Siempre desde la autonomía personal y el grado necesario de exceso.

Innumerables personajes de fama, literatos principalmente, circulan por sus páginas: JR Jiménez, Valle-Inclán, Machado, Picasso, Hemingway, Scott Fitzgerald, Louis Aragon, Trisan tzara,.. son solo algunos de ellos.

Dos Passos apenas habla de su vida personal, ni siquiera de sus interpretaciones políticas de los importantísimos hechos en los que se ve involucrado más  o menos directamente: 1ª GM, Revolución rusa, gran depresión, 2ª República española, Guerra Civil española,... Y es una pena.

Admirable Dos Passos por varios motivos.

Por su ansia por viajar y conocer mundo, sea como sea y a cualquier precio: España, Francia, Italia, Rusia, Persia, Arabia, Siria,...

Por su búsqueda de la belleza: en la pintura, en la arquitectura, en la literatura, en Toledo o en Padua o en Damasco.

Por su visión positiva, humanista e ilustrada sobre el mundo y todos sus habitantes.

Entre otros.

Impagable retrato de Hemingway

domingo, 25 de noviembre de 2018

Manhattan Transfer, John Dos Passos

Dos Passos es uno de los grandes de la literatura universal y de la norteamericana en particular. Si se piensa en la norteamerica de los locos años 20, la de la gran depresión, la de los alemanes, polacos, irlandeses e italianos llegando a manadas a Ellis Island, la de la ley seca ..., es difícil no pensar en sus novelas.

Manhattan Tranfer, la más famosa de ellas, es una novela coral, cuyo protagonista principal es Nueva York.

Montones de personajes, de manera fugaz, hacen su aparición para hacernos participes de sus ilusiones, miedos y esperanzas.

Bonito retrato de los locos años 20: progreso, optimismo y esperanza. Y confianza en las propias fuerzas, en el capitalismo y en la necesidad de esfuerzo .

Ya entonces asomaba la patita el afán, en ocasiones desmedido, por la especulación y sus riesgos asociados.

La novela es innovadora. Lo es por su aire cinematográfico e impresionista y por su intento de stream of counciousness, no tan logrado como el de Joyce, pero
mucho más ligero y amable.

martes, 20 de noviembre de 2018

La obsesión antiamericana, Jean-Francois Revel

Sigo con Revel. Este libro, de 2002, es su última obra.

Estamos ante un elogio de los EEUU como faro del progreso y la democracia a lo largo del último siglo. Y también de una hiriente crítica a la obsesión antiamericana que anida en las democracias europeas, tanto más cuanto más francesas e izquierdistas sean.

Revel nos acompaña en un recorrido extenso por diferentes ámbitos políticos (economía, política exterior, seguridad, welfare state, ...) poniendo el foco en la habilidad de los europeos para ver la paja ajena en el ojo americano e ignorar olímpicamente la viga en el enfermo ojo europeo.

Todo ello con un estilo ágil e irónico que hace la lectura fácil y entretenida.

Su punto de vista, en lineas generales, me parece convincente. El único pero del libro es el poco interés de Revel por profundizar en alguno de los múltiples problemas de la democracia norteamericana y/o de alguna de sus numerosas actuaciones deshonrosas que, por lo demás, Revel reconoce.

Pero ese no es el propósito del libro, supongo.

domingo, 4 de noviembre de 2018

El honorable colegial, John Le Carré

Esta es la segunda novela de lo que se ha dado en llamar trilogía de Karla. En la primera novela, El topo, Smiley, recien despachado, consigue desenmascarar a Bill Haydon, un peón de Karla colocado en la zona noble del Circus.

En esta segunda novela, Smiley, readmitido y encargado de la difícil tarea de devolver algo del prestigio perdido al maltrecho Circus, dirigirá una operación en el sudeste asiático contra Drake Ko, mafioso y presunto hombre de Karla en la zona.

En ningún momento he conseguido la dedicación necesaria para leer una novela como esta a la velocidad requerida. Y si no lo consigues, parece que la trama se desvanece poco a poco. Aún así, problablemente, es una gran novela.

El escenario de los acontecimientos es muy atípico para una novela de espías. De hecho, El honorable colegial no es una novela de espías. Más bien es un thriller lento.

Hong Kong en los años 70, los británicos a punto de abandonar la colonia por patas. Fantástica recreación del clima de caos bélico y revolucionario en el sudeste asiático en los años finales de la guerra de Vietnam: Vientiane, Phnom Penh, Saigón...

Smiley es un secundario. El personaje principal es el periodista Westerby: entrañable, desesperado, imprevisible y enamoradizo.

domingo, 7 de octubre de 2018

Fluye el Sena, Fred vargas

Tres relatos cortos de Adamsberg.

El formato tan breve no permite desplegar el ingenio de Vargas, pero sí esbozar esos grandes personajes secundarios que llaman la atención, despiertan el interés del lector y siempre suponen una especie de contrapunto a Adamsberg.

Y también, como siempre, Adamsberg es el único que comprende que, por marginal que sea la vida de uno y por imponente que resulte una comisaría, un policía o un calabozo, siempre es necesario un cierto do ut des.

Hay que dar para recibir y... que mejor manera de dar que escuchando.

domingo, 30 de septiembre de 2018

¿Para qué filósofos?, Jean-Francois Revel

De un tiempo a esta parte estoy interesado en el liberalismo político. Hace unos meses leí La llamada de la tribu. En esta biografía intelectual, MVLL señala al recientemente fallecido JFR como uno de sus pensadores de referencia.

Cada vez me cuesta más abandonar el feraz territorio de la novela decimonónica por el agreste, incómodo y trabajoso paisaje del ensayo, pero de vez en cuando, como diría un viejo amigo, hay que.

Este librito, de apenas 150 páginas, fue publicado por su autor en 1957, cuando JFR tenía 33 años y dicho libro supuso el portazo de salida de su autor de la universidad francesa hacia la fría intemperie.

JFR, hasta entonces, había seguido la senda habitualmente encaminada hacia las alturas del escalafón académico francés. A partir de entonces, Revel se convirtió en un  intelectual provocador e iconoclasta, cada vez más crítico con la izquierda política.

El libro en cuestión, al que MVLL llama, de manera encomiástica, panfleto, es una critica de la inanidad de la filosofía contemporánea.

Para Revel, hace ya más de un siglo que la filosofía se convirtió en poco más que un solipsista juego lingüístico sin relevancia ninguna para la comprensión de la realidad o la vida de la gente.

La filosofía nació en un momento en el que la ciencia no existía, y se hizo adulta cuando la ciencia, ya madura, agradecía una reflexión sobre sus fundamentos y sus métodos. Pero hace ya bastantes décadas que todos y cada uno de los campos de conocimiento humano están tan desarrollados que desde dentro del propio campo es posible el análisis de métodos y fundamentos, en el caso de ser necesario.

Produce gran admiración, tanto en profundidad como en extensión, el bagaje cultural adquirido por  alguien que apenas ha rebasado la treintena.

miércoles, 26 de septiembre de 2018

La conquista de Plassans, Emile Zola

Parece una novela de Simenon. A la historia le ocurre lo mismo que a los caracoles en el agua caliente. Poco a poco, la historia va avanzando. No te das cuenta y, de repente, se ha planteado una situación bien interesante.

Los Mouret llevan una plácida vida burguesa en una ciudad de provincias. El padre Faujas llega de París y se aloja, temporalmente, en la segunda planta de la vivienda de los Mouret.

A partir de aquí, de manera progresiva, Marthe, esposa de Mouret, incubará una fiebre religiosa fanática y una querencia enfermiza por Faujas.

Su pasión no satisfecha la llevará a la locura. Mientras, Mouret, desplazado y ninguneado, va cayendo en la depresión.

Todo podría quedar aquí si no fuera por la infinita malevolencia humana. Poco a poco, Mouret se convertirá en chivo expiatorio de la ciudad y sobre él recaerán las más increíbles  e injustificadas acusaciones hasta que, al fin, pierda la razón como su esposa.

Al fondo, la lucha política en la pequeña ciudad de provincias. Bonapartistas, realistas y republicanos se disputan el favor de los ciudadanos. Faujas se va apoderando del mundo de Mouret. Si fuera una novela de Simennon, Mouret acabaría asesinando a Faujas.

La conquista de Plassans resulta ser una novela asombrosamente moderna en su planteamiento. Además,  con un desenlace sorprendente y dramático.

Buena lectura.

viernes, 21 de septiembre de 2018

La señora Fletcher, Tom Perrotta

Novelita ligera y contemporánea, para cambiar un poco...

Plantea ideas/temas interesantes: identidad, genero, soledad...

¿Es corrección política, moda para atraer lectores o interés sincero?

Lectura ágil, aunque el autor utiliza múltiples puntos de vista y la alternancia entre ellos no está bien conseguida.

Eve, recién separada y con un hijo a punto de ir a la Universidad. Brendan, el hijo, desubicado, de fiesta en fiesta, no encuentra su sitio en el campus. Amanda, subalterna de Eve en un centro de mayores, busca una relación que la estabilice. Margo, profesora de la universidad local, transexual, disfruta de su nueva feminidad.

En torno a estos personajes y a alguno más, se desarrolla una historia de relaciones, miedos, inseguridades y deseos.

Y sobre todo, dificultad para encontrar un lugar en el mundo.

miércoles, 12 de septiembre de 2018

El vientre de París, Emile Zola

Buena novela para percibir los rasgos principales del naturalismo.

Uno de ellos es la frecuente presencia de un elemento colectivo e inanimado como personaje principal alrededor del cual pululan el resto de personajes
Aquí el mercado. En otras novelas, la mina, el burdel o la taberna.

Otro es el feísmo. Se puede llamar así a la falta de escrúpulos a la hora de retratar o describir lo desagradable, siempre y cuando lo feo, lo apestoso, lo triste, lo sórdido, sea relevante para la narración.

Florent acaba de tornar, huido de la Cayena, tras ser desterrado por participar en las revueltas de diciembre de 1951, posteriores al golpe de estado de Napoleón III que acabó con la segunda república francesa y prolongará su Segundo Imperio hasta de derrota de Sedán, en 1970, que dará lugar a la Tercera República.

Florent se alojará en casa de su querido hermanastro Quenu, casado con la bella Lisa. Florent no se adaptará al mundo pequeño burgués de su familia y, poco a poco, irá derivando hacia el radicalismo y comprometiéndose con un complot contra Napoleón III.

Mientras tanto, un montón de personajes, articulados en torno al gran mercado central de Les Halles, joya arquitectónica del momento, nos proporcionarán una visión cercana de la vida en el Paris de los pequeños comerciantes.

Las constantes descripciones de verduras, aves, quesos  o pescados son a veces sugerentes y a veces cansinas.

Uno de los puntos fuertes de la novela es la contraposición entre el punto de vista burgués de la bella Lisa y el punto de vista inconformista y revolucionario de Florent. Lisa solo quiere trabajar, ahorrar y progresar. Lisa cree que cuestionar el orden establecido es peligroso y propio de vagos y maleantes. En cambio, Florent piensa que es necesario derribar la dictadura de Napoleon III y que es necesario asumir riesgos. Florent cree que el que vive feliz y progresa es un desalmado.

A veces parece que los personajes se comportan de manera demasiado estereotípica: las vendedoras del mercado hablan, alcahuetean y malmeten. En cambio, los hombres se reúnen, beben, discuten y conspiran.

sábado, 1 de septiembre de 2018

La jauría, Emile Zola

Ya he escrito acerca de Zola y el naturalismo, aquí. Esta es la segunda novela del ciclo de los Rougon-Macquart.

Aristide Saccard es un próspero negociante llegado de la Provenza a París. Tan grande es su ambición como pequeños sus escrúpulos.

Su indisimulada intención es hacerse indecentemente rico especulando con terrenos y viviendas en el caos generado por la expansión experimentada en París a lo largo de el último tercio del sXIX.

Aristide se acaba de casar con Renné, bella, rica y joven, con el objetivo de consolidar sus fortuna. Además, tenemos a Maxime, joven apuesto, hijo del primer matrimonio de Aristide y, por tanto, hermanastro de Renne.

La novela se articula alrededor de dos ejes. El primero la relación de atracción, enfermiza, recíproca y equívoca, entre Renné y Maxime.

El segundo, las trapisondas de Saccard, para acumular y gastar dinero a manos llenas.

Al fondo del cuadro, la vida cínica y depravada de Renné y Maxime, dos hermosos animalillos, sin apenas conciencia ni  remordimientos, recorriendo, solos o en compañía de sus amigotes, los tugurios de París, los bosques de Boulogne o las riveras del Sena.

Y más al fondo, la desaforada corrupción del sistema político, periodístico y financiero de la época.
Buena lectura para aquellos que parecen creer que la corrupción es un mal casi exclusivo de nuestra época y de nuestro país.

Otro elemento de interés, casi siempre presente en las novelas de Zola, es la tensión sexual, solo insinuada y siempre con palabras equívocas. tanto, que al lector de principios del sXXI, acostumbrado a la crudeza del lenguaje de nuestros días, le cuesta determinar con exactitud qué es lo que está ocurriendo.

Gran novela.

sábado, 25 de agosto de 2018

El mapa y el territorio, Michel Houellebecq

Sin duda, el verano 2018 será el verano de Houellebecq. Y el de la puta apendicitis.

Penúltima novela de Houellebecq. Tan divertido y sugerente as usual.

Hay alguna diferencia interesante respecto a anteriores novelas. Por ejemplo, la aparición de un tema que antes no había sido tocado: la creación artística.

Y es que el protagonista de la novela es un artista plástico de nombre Jed Martin, al que seguiremos a lo largo de su carrera y sus vicisitudes amorosas.

Otra diferencia importante es la ausencia casi total de escenas sexuales a lo largo de la narración. Parece que Martin sublima sus impulsos mediante la creación.

Una novela tan desbordante de temas de interés como de emociones. Desde el arte, el capitalismo, la muerte, el territorio y su relación con los seres humanos o la soledad, hasta la ironía, el sarcasmo, la violencia, la piedad, la amistad o el amor.

Y una inusual capacidad para reírse del propio escritor. De hecho, el propio Michel Houellebecq aparece como personaje secundario en la novela satirizado y ridiculizado con furia.

Y por si lo anterior fuera poco, un brutal giro argumental, asesinato incluido, y una pequeña novela policial incluida dentro de la gran novela.

viernes, 17 de agosto de 2018

La posibilidad de una isla, Michel Houellebecq

La sexualidad, el amor y la muerte, como siempre en  las novelas de Houellebecq, dominando la narración.

Y una estructura narrativa original y atrevida. La novela está construida en torno a las entradas de los diarios vitales de Daniel1, Daniel24 y Daniel25, separados entre si por un par de milenios.

Y es que, en cierto modo, estamos ante una novela de ciencia ficción.

El progreso tecnológico del ser humano a lo largo del siglo XXI ha sido tal que, en algún momento, se ha conseguido, de manera más o menos rutinaria, la transferencia del contenido mental de una persona a un cuerpo creado a su imagen y semejanza. De esta manera, cuando el proceso de envejecimiento se hace suficientemente penoso, se crea un clon del sujeto, apenas veinteañero, al que se copia el contenido mental del sujeto envejecido.  En otras palabras, el ser humano ha superado la única barrera que le quedaba por traspasar: la de la inmortalidad.

Por lo demás, el futuro en el que viven Daniel24 y Daniel25 es extraño y distópico. Lleno de vacío. ¡Que gran contrasentido!

A la novela quizá le sobren páginas. El relato de la relación de Daniel1 con los Elohim se hace un poco largo.

A cambio, el genio de Houellebecq brilla a lo largo de la novela. Por ejemplo, en la elección del Cabo de Gata y de Lanzarote como escenarios principales de la novela y en la descripción de sus paisajes. Por ejemplo, en el peregrinaje final de Daniel25 a través del gran vacío. Por ejemplo, en la tremendamente emotiva descripción de la relación entre Fox, el perro de Daniel, y su dueño. O entre los diferentes Daniel-es y los diferentes Fox-es. Por ejemplo, en la abundancia de reflexiones coladas por el autor a lo largo de la narración. Interesantes, la mayoría. Cínicas, muchas. Epatantes, casi todas.

Sin duda, hay que leer a Houellebecq.

jueves, 2 de agosto de 2018

Plataforma, Michel Houellebecq


Las novelas anteriores de Houellebecq se pueden entender como algo parecido una simulación. Es decir, el autor define a sus protagonistas y el escenario en el que se mueven y, después, les da vida. Ocurren cosas, pero no es lo importante. En cierto modo, son historias sin principio ni final.

Plataforma es diferente. Además, es la más floja hasta el momento.

Estamos ante una historia clásica, en el sentido de aquello tan antiguo de planteamiento, nudo y desenlace. Michel es un triste funcionario del Ministerio de Cultura que, en torno a la cuarentena, deja pasar la vida sin pena ni gloria. No friends. No wife. No children. No pets. No girlfriend.

De manera inesperada y repentia, el padre de Michel muere y Michel queda un poco desubicado. Decide tomar vacaciones y hacer un viaje. Sin objetivo claro... acaba en Tailandia.

Allí pasan los días, esquivando a sus compañeros de viaje, bebiendo cócteles y visitando lupanares. Todo ello sin entusiasmo ninguno y en medio de la tristeza y la desgana habituales en los personajes de Houellebecq.

Una vez en París decide a llamar a Valerie, una de las compañeras del viaje, por la que se sintió atraído, en cierto modo, aunque no se atrevió a intentar ningún acercamiento. Aquí en París las cosas funcionan. Michel y Valerie se enredan en una historia tan apasionada como gratificante para ambos.

Hasta aquí nada del otro mundo. Pero resulta que Valerie es ejecutiva de una empresa de servicios turísticos que está intentando reflotar una docena de complejos hoteleros repartidos por todo el mundo. Y Michel, tan libertino como amoral, propone reorientarlos como santuarios de relax sensual. Obviamente, tras este eufemismo se esconde el turismo sexual.

Hasta aquí, planteamiento y nudo. Del desenlace nada contaré. Sí puedo decir que pocas veces un giro argumental en una novela me ha provocado un impacto tan grande como este.

En general, creo que la novela flojea por varios motivos. El abuso de las descripciones sexuales explícitas es uno de ellos. El argumento no da de si demasiado, es otro.

Y donde Houellebecq brilla, como siempre, es en la creación de sus personajes perdidos, desorientados, neuróticos y frustrados. Tan humanos en sus ansias y preocupaciones y tan deshumanizados en sus modos de vida.

martes, 31 de julio de 2018

Las partículas elementales, Michel Houellebecq

¡Qué difícil es reseñar a los grandes ! Y Houellebecq lo es. Y Las partículas elementales es su primera gran novela.

Es grande por la complejidad de su estructura narrativa. Es grande por la profundidad del retrato humano de sus protagonistas. Es grande por el esfuerzo de documentación llevado a cabo por el autor. Es grande por la valentía del autor a la hora de abordar algunos de los temas de la novela. Y es grande por la capacidad de impactar al lector.

Y es que, tras finalizar la lectura, cierto que a velocidad hiperlumínica y de manera muy inmersiva, me encuentro en ligero estado de shock.

Es una obviedad  que el lector de antes de la lectura  no es el mismo que tras la lectura. Y es que la vida, sin más, mancha. ¡Cómo no lo va a hacer la lectura de un libro !. También es verdad que, habitualmente, el cambio es inapreciable. En este caso, el cambio es apreciable, si bien inexplicable e indescriptible.

Michel y Bruno, nacidos en la Francia de los 50 del pasado siglo, son hermanastros e hijos de la misma madre, Janine. Realmente, para cada uno de ellos, su hermanastro supone el única, si bien precario, anclaje familiar al mundo.

Janine, inmersa en el la contracultura y el buenrollismo de los 68chistas se ha metido de lleno en el rollo de los hippies, de las sectas satánicas, de las comunas sexuales, de los espacios de crecimiento y del naturismo patológicos. Como consecuencia natural, en seguida se sentirá llamada a hacer grandes cosas y el cuidado de sus hijos le parecerá una carga demasiado pesada y poco compatible copn su pleno desarrollo personal, sexual, cósmico, psicotrópico y no se cunatas cosas más. Por ello, enseguida renunciará al cuidado de sus hijos.

Michel y Bruno se criarán al cuidado de sus respectivas abuelas paternas, llenos de carencias afectivas y fragilidades que los llevarán a convertirse en discapacitados emocionales. Aún así, las respectivas abuelas serán objeto de devoción por parte de ambos protagonistas. En cierto modo, Las partículas elementales es la novela del fracaso de la generación nacida en los 50, convertida en adulta en los 70, bajo el influjo maléfico y desorientador del 68.

Mientras Michel se convertirá en científico de prestigio, Bruno tendrá una existencia más discreta como profesor de literatura. Diferentes trayectorias profesionales pero semejante fracaso personal. Y es que ambos son unos inadaptados, que no tienen interés por el mundo ni por la gente que lo habita. Hastiados, para empezar, de sí mismos y de la vida que viven. Incapaces para desarrollar una sexualidad normal, ya que Michel sufrirá algo parecido a la anhedonia mientras Bruno está obsesionado con el sexo pero siempre insatisfecho.

Una gran novela, no apta para almas sensibles.

domingo, 29 de julio de 2018

Ampliación del campo de batalla, Michel Houellebecq

Estamos ante la primera novela de Michel Houellebecq, auténtica estrella literaria y enfant terrible de la cultura en el país vecino.

Michel Hoellebecq, desde su irrupción en el mundo de las letras francesas hace 20 años, con 4 o 5 formidables novelas y algún que otro ensayo, se ha convertido en un intelectual provocador y mediático como ninguno.

Esta primera novela es brillante. O a mi me lo ha parecido.

El protagonista, anónimo pero claramente un alterego del autor, está apenas en la treintena. Le llamaré Michael.

A pesar de disfrutar de una posición acomodada está inmerso en una crisis existencial de primera magnitud y, poco a poco, sus desarreglos psíquicos le llevarán a abandonar su trabajo como ingeniero informático y, después, a un sanatorio mental.

Pero las peripecias de Michael son lo de menos.

Lo de más es el talento con el que Houellebeqc nos describe el hastío vital del protagonista y su falta de interés por relacionarse con cualquiera de sus congéneres. Ello llevado a cabo con un realismo absoluto, trufado con una fina ironía que no provoca carcajadas pero sí sonrisas de admiración y que nos hace un poco más agradable acompañar a Michel en sus diferentes quehaceres, todos ellos desbordados por una tristeza de un patetismo insoportable.

En el fondo el tema de la novela es la comunicación. O su ausencia.

Michel no mantiene contacto con hermanos, padres o hijos. No tiene amigos entre sus compañeros de oficina, solo conocidos. Y no es que la comunicación le parezca difícil, es que no tiene interés. Pura renuncia. Por renunciar, ha renunciado hasta a las relaciones sexuales.

Y en cierto modo, Houellebeqc nos plantea a Michel y su manera de relacionarse con el mundo, como paradigma del hombre contemporáneo.

martes, 24 de julio de 2018

La casa del canal, Georges Simenon

Edmée acaba de quedar huérfana, con apenas 16 años, y debe hacer un viaje a Bélgica, donde vive su familia más próxima, en una casa junto a uno de los múltiples canales de la zona.

Una vez allí, la convivencia ente la huérfana y su familia de adopción será difícil. Las mujeres, excepto Edmée, no cuentan. El tío de Edmée acaba de morir. El primo Jef es introvertido y misógino, siempre a la sombra de su hermano mayor. El primo Fred actúa como cabeza de familia pero no parece de fiar.

Y Edmée, al poco de llegar, toma conciencia, de manera casi repentina, de la posición de poder en la que la coloca su sexualidad. Y se permitirá jugar con ese poder de una manera irresponsable.

Toda la narración sugiere tensión, sexualidad y violencia.

La maestría de Simenon solo necesita una decena de hojas para manifestarse en su plenitud. Resulta soberbia la utilización de los elementos atmosféricos para realzar la sensación de soledad, tristeza e indefensión de Edmée en su viaje inicial por tierras francobelgas.

Y la presencia de los elementos naturales a lo largo de la obra será constante: el agua del canal, el frío, el hielo, la lluvia, la niebla... Estamos ante personajes de la novela que siempre están ahí, sin llevar a cabo acciones, pero creando un tapiz de fondo de tristeza agobiante.

viernes, 20 de julio de 2018

Madame Bovary, Gustave Flaubert

Reseñar una obra maestra de la literatura  es una gran responsabilidad. Pero... alllá vamos.

Lo primero, el argumento.

Charles y Emma Bovary acaban de contraer matrimonio. Viven en un  pueblecito sin interés especial. Él es médico. Ella, hija de un propietario rural. Pero Emma ha leído muchas novelas románticas y, en cierto sentido, al modo de Alonso Quijano, ha perdido la razón. Si no la razón, al menos, cierta capacidad de interpretar la realidad acorde a lo que ésta es. De hecho Emma está tan confundida que no tiene ni idea de lo que es el amor y el matrimonio. Ella espera la pasión deslumbrante y aniquiladora de las novelas, pero tras casar sin amor, a la espera de que el tiempo convierta el respeto y la convivencia en pasión, admiración y locura, enseguida se sentirá profundamente frustrada.

Porque Charles es un hombre anodino y sin ambición y Emma será una mujer eternamente insatisfecha. Lee revistas y pasa el tiempo en ensoñaciones adolescentes, pensando que la vida que vive no vale la pena y deseando estar inmersa en el gran mundo parisino, tan deslumbrante visto desde una húmeda, fría y triste provincia.

Por lo anterior Emma, poco a poco, se irá desentendiendo de su marido y de su hija y buscará, allá donde la encuentre la pasión, las emociones, el riesgo y una vida plena.

Pero la búsqueda, obviamente será estéril, porque Emma busca algo que no existe. Apagado el fulgor momentáneo de la aventura, la mentira, el flechazo, el sexo o la declaración de amor eterno, tarde o temprano volverá a su mundo, que a ella le parece insoportable de tan vulgar.

Como es fácil de imaginar está carrera está abocada a un final tan triste como dramático

Y ahora hay que responder a la pregunta: ¿Por qué esta novela se ha convertido en una de las grandesgrandesgrandes de la historia de la literaturas.

Sin entrar en técnicos jeribeques, yo diría que alguno de sus puntos interesantes son los siguientes:

1. La valentía de Flaubert a la hora de crear una heroína femenina que, quizá por primera vez en la historia de la literatura, se desentiende de marido e hijos para buscar su propia satisfacción, aunque acabe pagando un precio altísimo

2. El desenlace de la novela es de un dramatismo insuperable

3. La maestría de Flaubert para describir el mundo provinciano, tan complejo y a la vez, tan simple.

4. La magistral caracterización sentimental de Emma Bovary, de sus ansias, de sus ilusiones, de sus frustraciones y su lento declive hacia el abismo.

Para mi, resulto inolvidable, tanto en la primera lectura como en esta segunda, una escena secundaria, apenas importante en la novela. Aquella del pobre Hypolite, mozo del hotelucho de Yonville, con pie zambo de nacimiento, pero enérgico y entusiasta y que se desempeña a las mil maravillas. Pero para su desgracia, el farmacéutico Homeau y Emmma  se convencen de la extraordinaria oportunidad que supone el pobre diablo para la fama de Charles y para el progreso de la ciudad. Podría ser operado por Charles y su pie zambo vuelto a la normalidad, algo sin precedentes en Paris, no digamos en la provincia. Hypolite no tiene ningún interés en la operación quirúrgica, pero ni siquiera imagina la posibilidad de negarse. Charles no está decidido, pero está desesperado por mantener a Emma junto a él y cree que mejorar su prestigio puede ser un buen camino.

Por su puesto, la operación será un fracaso total, que supondrá sufrimiento sin fin para Hypolite, angustia insoportable  y gastos muy notables para la maltrecha economía de Bovary.

martes, 17 de julio de 2018

La falsa pista, Henning Mankell

Otra buena novela del inspector Wallander. Ya he contado en más de una ocasión las virtudes de las novelas policíacas del sueco Mankell. Por ejemplo, aquí.

Una serie de asesinatos, bastante macabros y sin relación aparente entre ellos, ponen contra las cuerdas a la policía de Ystad.

El tiempo pasa y los nuevos asesinatos hacen que la presión social y política sobre Wallander y su equipo se intensifique. Mientras, las vacaciones de Wallander y su reencuentro con Baiba se acercan.

Al final, estaremos ante un caso de trata de blancas y la venganza subsiguiente.

lunes, 2 de julio de 2018

Thoreau, La vida sublime, Dan - Le Roy

Compre está novela gráfica pensando que sería una manera ligera y entretenida de iniciarse en el pensamiento de Henry Thoreau.

Thoreau nació y vivió en los bosques de Nueva Inglaterra a lo largo de la primera mitad del siglo XIX y desarrolló un interesante ideario filosófico, político y religioso.

Thoreau pensaba que el hombre de su época había dado la espalda a la naturaleza. O lo que es lo mismo, a Dios. Y que todos nuestros problemas se derivan de ahí. Por tanto hay que volver al seno de la madre naturaleza. Ahí está todo: renuncia, aislamiento, respeto, trascendencia...

En el plano político Thoreau fue famoso por la defensa de un individualismo extremo que le permitía desafiar el orden establecido y reivindicar la desobediencia civil cuando el estado se excede en los limites del contrato social.

Por lo anterior, en cierto modo, Thoreau se podría considerar como guía e inspirador de muchos y variados movimientos políticos que en nuestros días gozan, en mayor o menor medida, de apoyo social: ecologistas, anarquistas, insumisos, antisistema, altermundistas...

Volviendo a la novela gráfica... los autores han buscado un estilo muy gráfico y muy poco literario, acorde a la vida sencilla que Thoreau propugnaba y vivía. Pero el intento, en mi opinión, resulta fallido. No es posible abordar el rico pensamiento de Thoreau desde una propuesta tan minimalista.

Y... sí, ya se que estamos ante una novela gráfica. Pero creo que el formato permite un enfoque literariamente mucho mas potente.

miércoles, 27 de junio de 2018

El alquimista impaciente, Lorenzo Silva

Gran decepción. El alquimista impaciente, la más conocida de las novelas de Bevilacqua-Chamorro, es bastante más floja que la primera, El lejano país de los estanques.

El principal punto fuerte de esta pareja policíaca de ficción es el convincente desarrollo de los dos personajes y de su relación. Pero en esta novela Lorenzo Silva no se esmera demasiado en este aspecto.

Y la trama policíaca en si misma, aunque desarrollada correctamente, no avanza paso a paso. Ni siquiera acumula tensión para liberarla en un clímax final. Ni lo uno, ni lo otro. Avanza como a golpes, sin ritmo, para resolverse apresuradamente en las últimas veinte páginas.

Trinidad Soler aparece muerto en una habitación de hotel en indecentes circunstancias. El tipo resultará ser técnico nuclear de una central plantada en algún lugar de la España profunda. El tal técnico es un tipo tan prudente, responsable y trabajador que su muerte resulta toda una sorpresa.

Las pesquisas en su entorno no arrojarán luz, pero a los pocos días aparecerá el cadáver de una mujer que podría ser la que acompañó a Trinidad Soler en su última noche.

Al final, una historia de dinero y ambición que se liquida sin pena ni gloria.


miércoles, 20 de junio de 2018

El lejano país de los estanques, Lorenzo Silva

El número de parejas policia de ficción - autor de éxito, está creciendo de manera imparable: Wallander - Mankell, Montalbano - Camilleri, Adamsberg - Vargas,...

Mi prefirida sigue siendo Wallander - Mankell, con Adamsberg - Vargas acercándose....

Acabo de terminar la primera novela de Bevilacqua y Chamorro.

Tiene varios puntos fuertes. Breve, original y divertida.

Rubén Bevilcqua es un sargento de la Guardia Civil, cercano a la cuarentena, dedicado a la investigación de homicidios.

Violeta Chamorro es una joven guardia recién puesta a las órdenes de Bevilacqua. Ambos tendrán que resolver un crimen en la costa de Mallorca.

Gran parte del interés de la novela radica en la relación entre Bevilacqua y Chamorro. Vila se siente con la obligación moral de proteger a Chamorro, si bien no se cree el hombre más adecuado para ello. Chamorro, llegada a la guardia civil tras fracasos en todos sus intentos de entrara en diferentes academias militares, bajo sus aspecto discreto y su carácter tímido, esconde virtudes que la hacen poco necesitada de protección. En esta primera novela no parece existir tensión sexual entre ellos, aunque sin duda aparecerá en sucesivos episodios.

También es un acierto el tono desenfadado, ligero y directo de los diálogos y las descripciones.

martes, 19 de junio de 2018

El topo, John le Carré

Tercera novela de Smiley, primera de su trilogía más conocida.

Control ha muerto y Smiley ha sido despedido con deshonor a consecuencia de un gran fracaso operacional en Checoslovaquía.

El gobierno de su majestad tiene información, fiable en alto grado, de que en lo más alto del Circus, renovado tras la salida de Control y Smiley, hay un topo.

Ante el peligro, desde el gobierno se propone a Smiley para que, de forma no oficial, haga lo posible por desenmascarar al topo.

A partir de aquí, como siempre, una trama compleja y bien llevada en la que Smiley con la ayuda del fiel Guillam y algún que otro conocido de los otros tiempos,  consigue acorralar al topo y obligarle a desvelar su identidad.

sábado, 16 de junio de 2018

Las ilusiones perdidas, Honoré de Bazac

Encuentro en Las ilusiones perdidas los mismos defectos y las mismas virtudes que en César Birotteau.

Virtudes:
1. Personajes bien desarrollados
2. Trama de interés
3. Capacidad para mostrar, en sus detalles, la vida en un determinado marco espaciotemporal.

Defectos:
1. Excesivo detallismo en la descripción técnica de algunos procedimientos.
2. Alargamiento innecesario en el desarrollo de la trama

Total, que es un placer leer a Balzac y se aprende mucho, pero al final me aburre y me cansa.

Lucien y David son, ambos, gentes de valor e ingenio. Viven en Angulema y son grandes amigos. Además, David y Eve, hermana de Lucien, se aman.

Lucien es poeta, mientras que David es impresor. La ambición de Lucien le llevará a París donde, en contacto con intelectuales y con el gran mundo, intentará conseguir la gloria que cree merecer. Pero su ambición desmedida, su irresponsabilidad y su inconstancia le llevarán al desastre. Y con el hundimiento de Lucien, el de los bondadosos Eve y David.

Lucien volverá a Angulema derrotado y humillado y las esperanzas de salir a flote recaerán sobre el genio de David, que luchando contra todo, intenta descubrir una nueva y ventajosa técnica de fabricación de papel.

Al fondo, la lucha parisina entre realistas y republicanos, los odios y envidias comerciales y el ansia provinciana por sobresalir en la capital.

jueves, 31 de mayo de 2018

Yo soy Charlotte Simmons, Tom Wolfe

Si la segunda novela de Tom Wolfe, Todo un hombre, no pudo recibir tantos parabienes como la primera, La hoguera de las vanidades, esta tercera novela, Yo soy Charlotte Simmons, todavía ha recibido menos. De hecho, fue recibida con dureza.

A mi me parece una buena novela. Un pelín exagerada y con cierta tendencia a la caricatura. Pero entretiene, asombra y te proporciona una experiencia inmersiva. Ya que no he estudiado ni estudiaré en una universidad americana, gracias al talento de Tom Wolfe, es casi como si lo hubiera hecho.

Se podría argumentar que para eso están los reportajes. Cierto. Y que Wolfe se centra en aquellos aspectos reprobables de la realidad a retratar y obvia aquellos dignos de encomio. Cierto.

Aún así, la agudeza, el ingenio y la brillantez del retrato es tal que debemos dar el intento por bueno.

Charlotte acaba de terminar de manera brillante sus estudios en el instituto publico de un pequeño pueblo perdido en algún sitio llamado Sparta. Además, Charlotte ha sido admitida y becada en una de las grandes universidades del note de los EEUU. Pero el entorno de Charlotte, su familia, su instituto, su pueblo, es tan poquita cosa, que todos ellos tienen puestas todas sus esperanzas y anhelos en ella para salir de su triste anonimato.

Charlotte, que es tan brillante e inteligente como mojigata e inocente, llega a Dupont. Poco a poco, descubrirá que allí donde imaginaba talento, estudio, conocimiento, esfuerzo y debate hay poco más que sexo, alcohol, hipocresía e indolencia.

Su decepción y su aislamiento solo se aliviaran gracias a su atractivo físico, que le permitirá relacionarse con alguna de las estrellas deportivas de la universidad. A la vez, Charlotte establecerá cierta relación con con sus pares intelectuales, en forma de friquis editores del panfleto de la universidad.

El sufrimiento de Charlotte, desbordada por la presión y completamente aislada, es tan grande que es inevitable empatizar con ella a pesar de sus numerosos errores.

Pero donde Wolfe hace diana de verdad es en la crítica despiadada de los programas deportivos de las universidades. Este es el auténtico valor de la novela.

El plantamiento de Wolfe es el siguiente:

1. Los programas deportivos son necesarios porque proporcionan dinero y prestigio a las universidades
2. Los estudiantes deportistas son, en realidad, deportistas que figuran nominalmente como estudiantes, que llevan una vida de estrellas, que apenas se mezclan con el resto de estudiantes excepto para follarse a alguna grupi ansiosa y que obtendrán su titulo sin acreditar ningún conocimiento/habilidad/capacidad intelectual.
3. Los estudiantes deportistas disponen de comedores especiales, gimnasios especiales, asignaturas especiales impartidas por profesorado sensible a las necesidades de los estudiantes deportistas y de estudiantes tutores, pagados por la universidad y dispuestos a realizar cualquier tarea académica en nombre del estudiante deportista en cuestión.
4. Todos los estamentos universitarios son conocedores y cómplices de este estado de cosas.

¿Verosímil? Sin duda. ¿Exagerado? Probablemente.

lunes, 21 de mayo de 2018

Todo un hombre, Tom Wolfe

Charlie Crocker es un paleto de Atlanta que trabajando sin  descanso y arriesgando su patrimonio una y otra vez, se ha convertido en uno de los grandes promotores inmobiliarios del sur de EEUU. Pero su última apuesta, las más megalomaniaca y arriesgada de todas ellas, le ha salido mal y le llevará a la quiebra. Sus acreedores le perseguirán sin piedad.

Por otro lado, Conrad Hensley, pura white trash, pero con buena cabeza y mejores intenciones, es un trabajador no cualificado en una de las múltiples factorías de Charlie.

Charlie necesita liquidez y Conrad irá a la calle. Tras una serie de azares y aventuras, Conrad pasará por la carcel y acabará trabajando de asistente personal de Charlie.

Por otro lado, Martha, ex de Charlie, y Ray, responsable de prestamos del principal banco acreedor de Charlie, intentan iniciar una difícil historia de amor.

Como siempre, el argumento de una novela de Wolfe parece poca cosa. Error. Estamos ante literatura con mayúsculas. Al fin y al cabo... ¿quién recuerda el argumento de guerra y paz?

El arte de Wolfe es tal que consigue recrear de manera maravillosamente realista y divertida los escenarios más variopintos. Por ejemplo, las cenas en Termtina, la sesión de masaje en el banco, alguna de las aventuras carcelarias de Conrad o su trabajo en los almacenes frigoríficos.

En esta novela no hay la brutal carga política presente en La hoguera de las vanidades, pero igualmente estamos ante gran literatura.

jueves, 17 de mayo de 2018

La hoguera de las vanidades, Tom Wolfe

Casualidades de la vida, acaba de morir Tom Wolfe, mientras yo releía su obra magna, La hoguera de las vanidades.

Pero Tom Wolfe no ha pasado a la historia por sus novelas, sino como creador y gurú del Nuevo Periodismo.

A finales de los 60, Wolfe ya escribía para las mejores revistas y periódicos de los EEUU. Por aquel entonces la pieza periodística por excelencia era el reportaje. Y Wolfe, pensó que se podía potenciar la capacidad del reportaje para comunicar una realidad al lector, utilizando algunos artificios literarios hasta entonces vetados en el periodismo. Y tuvo éxito. Mucho éxito. Y el periodismo, el reportaje en particular, nunca volvío a ser lo mismo.

Pero, además, Wolfe fue un magnífico novelista.

Estamos en la NY de finales de los 80, en plena época de exhuberancia irracional de los mercados. Sherman McCoy es un bonus trader que gana más de 1 millón al año. Sherman piensa que el mundo está a su servicio y al de los que son como él. Y un día, tras recoger a su amiguita en el aeropuerto, se pierde en el Bronx y acaba metido en un buen lío.

Además, tenemos a un fiscal progre y ambicioso que esta loco por enchironar a McCoy,  a un líder religioso negro sin escrúpulos, y a un periodista norteamericano, alcohólico y con menos escrúpulos todavía. Y a cientos de secundarios. Sin exagerar.

Pero los personajes y la trama, con ser buenos, son lo de menos. Lo de más es la increíble capacidad de Wolfe para retratar un mundo en el que todo va tan rápido que ya nadie tiene tiempo para acercarse a la verdad. Un mundo en el que todos los hechos relevantes tienen una interpretación política.

Pero, sobre todo, un mundo en el que la victimización eterna de de las minorías, la obsesión progresista por la corrección política, la infinita capacidad de movilización de la izquierda política y su convencimiento de que el fin, o sea el debilitamiento de la no-minoría, justifica cualquier medio, en especial la mentira y la manipulación, hace de la esfera pública un lugar especialmente inhóspito si no estás en le lado correcto de la línea.

Con seguridad ha quedado claro. Pero por si acaso, en este caso, minoría quiere decir negro, mujer, homosexual y/o pobre.

Y lo más asombroso es que todo esto que Wolfe describía de manera tan precisa con escalifrinate hace casi 30 años, se ha trasplantado con asombroso éxito a la sociedad española, con gran pesar de mi mente y de mi corazón.

En ocasiones, la capacidad de Wolfe para recrear una escena, o un diálogo es maravillosa. Insuperable. Inolvidable.

martes, 8 de mayo de 2018

César Birotteau, Honoré de balzac

La Comedia Humana es a la literatura francesa lo que Los Episodios Nacionales a la literatura española.

Balzac, junto con Zola, Flaubert, Stendhal y Proust, es uno de grandes-grandes-grandes de la literatura francesa. Y su más grande obra es la Comedia Humana.

La Comedia Humana es un ambiciosísimo intento de estudiar y describir la vida francesa entre la caída de Napoleón (1815) y el inicio de la monarquía de Julio (1830).

Para ello, Balzac planea la escritura de más de un centenar de novelas que plasmarán de manera exacta e imperecedera ese instante de la vida de Francia.
Aunque el plan no fue concluido por su autor, la cantidad y calidad de las novelas escritas es tal que el peso de Balzac y su Comedia en la cultura francesa es difícilmente exagerable.

Cesar Birotteau es una de las grandes novelas del ciclo. La novela intenta retratar esa burguesía ambiciosa que tras la revolución ha conseguido un peso político parejo al peso económico que ya disfrutaba.

César es un ejemplo paradigmático del burgués honrado y trabajador que se deja deslumbrar por la luz cegadora de la especulación y el enriquecimiento rápido.

Y es que estamos en una época en la que la efervescencia de la bolsa, el crecimiento de las ciudades, el auge de los banqueros, el uso de efectos comerciales y la habitual vitalidad comercial francesa se juntan para propiciar posibilidades de crecimiento económico nunca vistas. Y entre todo esto, pequeños intersticios que serán ocupados por arribistas, sinvergüenzas y estafadores que se enriquecerán sin esfuerzo propiciando la ruina de los más desprevenidos.

Pero como bien sabemos los ciudadanos del s. XXI, el riesgo, la crisis y la bancarrota son el feo reverso del capitalismo plenamente desarrollado que tanta luz irradia por su anverso.

Total, que asistiremos a la caída del ambicioso perfumista en las fauces de tiburones sin piedad.

Magnífica recreación de todos los personajes de la obra. Desde el protagonista, su mujer y su hija, hasta cualquiera de los financieros, notarios, dependientes, prestamistas y criados que aparecen en la novela.

Por poner un pero, se podría decir que la novela está escrita en un tiempo en el que el lector estaba más familiarizado con el uso habitual de determinados efectos comerciales (letras y pagarés). Para el lector de hoy, resulta difícil seguir la narración cuando se explican con cierto detalle las operaciones financieras o comerciales en términos de descuentos, protestos, endosamientos, librados y libradores, garantías y empréstitos.


lunes, 23 de abril de 2018

Pietr el letón, Georges Simenon

Primera novela de Maigret.

Envesada historia de policías y ladrones. La policía francesa recibe información acerca de que un famoso estafador está a punto de llegar a París. Maigret es el encomendado de seguir al sospechoso. Enseguida aparecerá un cadáver, un par de ricachones ingléses, una bella emigrada rusa, un capitán mercante y algún meritorio más.

Poco a poco Maigret desentrañará la historia. Novela breve y entretenida.

Como siempre, el mejor Simenon es el de la incesante lluvia, los atestados trenes, las inhóspitas estaciones y los sórdidos hoteles.

Maigret todavía no aparece plenamente desarrollado como policía. Más convencional y menos cachazudo de lo que acabará siendo.


martes, 3 de abril de 2018

El amante ingenuo y sentimental, John Le Carré

Estamos en los 70. De repente, Le Carré se ha convertido en escritor de éxito, tras publicar cinco buenas novelas de espías.

Quizá le apetezca un cambio de registro. Quizá quiera aprovechar su momento de gloria para publicar una criptobiografía. Lo cierto es que estamos ante una novela extraña.

Cassidy, británico, de mediana edad, con éxito, hastiado de la su matrimonio y de la vida, entra en contacto con Shamus, vividor, aventurero, liante, enigmático. Cassidy, el orden, se verá irremediablemente atraído hacia Shamus, el caos.

Y entre ellos se establecerá una relación interesante y enigmática, teñida de erotismo y homosexualidad implícita. Cassidy se siente liberado. Shamus vive un bonito romance.

Y en medio Helen, pareja de Shamus, mucho más joven que ambos protagonistas masculinos.

Y no sé más. Me he cansado a mitad de novela. Quizá le sobran páginas.

Le Carré no volvió, en 40 años de carrera, a afrontar temas parecidos en sus novelas. ¿Quedó satisfecho con su novela? ¿Cómo fue recibida por el público?

miércoles, 21 de marzo de 2018

El gato, Georges Simenon

Novelita. Y a la vez obra maestra. Puede parecer incompatible, pero no lo es.

Novelita por poco ambiciosa y sin pretensiones. Obra maestra por, en apenas doscientas páginas, provocar, interesar y atrapar al lector en una magistral demostración de cómo crear desasosiego y atracción a partes iguales.

Todo a partir de una pequeña historia sin apenas interés ni proyección.

Emile y Marguerite, viudos ambos, se han casado hace pocos años, ya septuagenarios, para combatir la soledad y el aislamiento. Pero ambos provienen de entornos completamente diferentes. No tienen nada en común y el matrimonio enseguida naufragará en medio del tedio más absoluto.

Al fracaso seguirá una guerra psicológica de una crueldad y determinación dificilmente imaginable en una pareja de ancianos.

A esto hay que añadir la maravillosamente ligera Nelly que aporta un punto de alegría, desinhibición y erotismo.

Novela muy notable.

domingo, 18 de marzo de 2018

La llamada de la tribu, Mario Vargas Llosa

Que grande Vargas Llosa. No solo novela como los ángeles. Además lee y estudia con provecho.

En este libro, promocionado como biografía intelectual aunque no es tal, MVLL sí que hace un pequeño recorrido por su devenir ideológico.

Desde la izquierda, más o menos extrema, en París durante su juventud, a la socialdemocracia en su madurez y al liberalismo en su senectud.

Con todos los respetos, el camino que la razón indica y que la realidad dicta.

Después, 7 breves ensayos divulgativos y ligeros, acerca de 7 pensadores determinantes para la epifanía liberal de MVLL: Adam Smith, José Ortega y Gasset, Friedrich August von Hayek, Karl Popper, Raymond Aron, Isaiah Berlin y Jean-François Revel.

Palidezco de envidia al ver como MVLL ha leído, estudiado y anotado la obra completa de estos 7 y otros 77 más, con gran aprovechamiento.

Ha despertado mi interés por Popper, Aron y Revel.

viernes, 16 de marzo de 2018

Moby Dick, Herman Melville

Segunda lectura.

Obra inabarcable, como la erudición de su autor.

Obra riquísima en simbología e interpretaciones.

Ofrece múltiples lecturas. Puede leerse como novela filosófica repleta de símbolos. Como novela de aventuras, saltando los capítulos aburridos, que los hay. O como documental sobre los balleneros, su vida y su actividad.

O como obra épica, con momentos de intensidad homérica.

Y uno de los grandes inicios novelísticos de la historia de la literatura: "Podéis llamarme Ismael..."

Decir que le sobran páginas..., que digo... capítulos enteros, es tan obvio como que la naturaleza extensa, dispersa, ramificada, casi fractal, es consustancial con la obra de Melville.

viernes, 16 de febrero de 2018

El hombre sonriente, Henning mankell

La más floja de Wallander.

La historia necesita 350 páginas para coger velocidad. Y cuando lo hace, resulta poco creíble: ni el hombre sonriente en su castillo de los clicks de Famobil, ni Wallander en modo Boina Verde al asalto de la fortaleza.

Aún así, lejos de ser una novela aburrida y/o infumable.

martes, 6 de febrero de 2018

Una pequeña ciudad en Alemania, John Le Carré

Quinta novela de Le Carré, escrita en 1968. El panorama político ha cambiado tanto que resulta dificil reconocerlo.

Alemania occidental, la RFA, lucha por sacudirse la tutela británica y norteamericana, mientras que Gran Bretaña, lucha por ingresar en la CEE.

Ahora, cinco décadas más tarde, Gran Bretaña está negociando su salida de la UE, mientras que Alemania, reunificada y enriquecida lidera a Europa.

Por lo demás, la novela peca de falta de ritmo. Le Carré se recrea de manera excesiva en descripciones ambientales. Lo diálogos, aun siendo parte fundamental de la novela, podrían haberse acortado un poco.

Estamos en Bonn, ciudad de tercera que por azares del destino y por interés del Canciller Adenauer fue designada capital de la Alemania Occidental. Karfeld líder carismático y con afinidades nazis se está haciendo con un espacio político cada vez más amplio.

Leo Harting, funcionario consular británico de segunda ha desparecido. Y con él, papeles de importancia para el futuro de las negociaciones de Gran Bretaña y la CEE. Para encontrarlo, desde Londres se envía al rudo Alan Turner. Poco a poco Turner se va entrevistando y va conociendo a los diferentes tipos y tipas que forman la comunidad inglesa exiliada en Bonn, con sus miserias y sus secretos. Poco a poco el sagaz Turner recompone la historia personal de Harting, ligada a la de Karfeld, hasta hacer encajar las piezas del puzzle.

Historia original y alejada de los planteamientos habituales de Le Carré. Muy buena la descripción de esa pequeña ciudad de Alemania, Bonn.

miércoles, 31 de enero de 2018

La parcela de Dios, Erskine Caldwell


Continuo con Erskine Caldwell, pero La parcela de Dios, no me parece, por mucho, tan buena como El camino del tabaco.

Los mismos escenarios. El sur de los EEUU. Los mismos personajes. White trash. El mismo marco temporal. Primer tercio del XX. Pero una historia más floja. Menos épica.

Aquí estamos ante las desventuras de la familia Walden. Ty Ty, el patriarca, está obsesionado con encontrar pepitas de oro en su finca. A su alrededor, hijos e hijas, hijos e hijas políticos y familias de aparceros negros.

Narración muy violenta y con un fuerte componente sexual, aunque nunca explícito.

Lo mejor, el memorable Ty Ty Walden en su infinita sabiduría.

domingo, 28 de enero de 2018

El camino del tabaco, Erskine Caldwell

Curioseando por mi calibre, me sentí fuertemente atraído por las cubiertas de los libros de Erskine Caldwell, del que nada había oído o leído.

Parece ser que Erskine Caldwell fue uno de los grandes retratistas del sur de los estados unidos, junto con Steinbeck y Faulkner, aunque mucho menos conocido. En su tiempo, los años 30, fue muy leído en los EEUU.

En esta novela acompañamos a la familia Lester por sus desventuras sin fin. Propietarios de pequeñas plantaciones de tabaco desde hace generaciones, su progresivo empobrecimiento los ha expulsado de sus tierras y ahora son colonos, tan pobres que no tienen capital ni crédito para semilla y abono.

Pero el relato que Caldwell hace de los Lester es muy cruel. Su miseria solo es comparable a su estupidez. Y esto no es un juicio de valor más o menos arriesgado, sino una descripción exacta. Tan estúpidos como egoístas, violentos, faltos de voluntad y dignidad.

Por su puesto, en ocasiones, aparecen destellos de humanidad o de astucia, pero siempre fugaces. Jeeter Lester solo resulta admirable cuando explica cuanto, cómo y por qué ama su tierra. Y es que su amor por ella no tiene límite. Y ese amor, y la renuncia asociada a él, es factor determinante de su penuria y de la de su familia, ya que le impide abandonar el solar de sus antepasados para ir a trabajar en una hilandería de la capital.

La narración es adictiva. Muy ágil. Además, en ocasiones, destila un extraño sentido del humor.

A mi entender, la novela plantea la siguiente duda: ¿que fue antes, la pobreza y el sufrimiento o la estupidez, la violencia y la miseria moral? De hecho, en la novela aparecen otros personajes secundarios que, en semejantes condiciones, son capaces de mantener su dignidad. Es decir, ¿Jeeter Lester es un tipo normal al que el sufrimiento ha privado de sus hábitos morales o Jeeter Lester es un pobre imbécil, falto de inteligencia y voluntad, destinado al sufrimiento y la privación?

Inevitable acordarse del Tom Joad de Las uvas de la ira.

Novela muy notable.

lunes, 22 de enero de 2018

El motel del voyeur, Gay Talese

Talese, junto con Wolfe, son los dos elementos más conocidos de eso que se dio en llamar Nuevo Periodismo. O sea, mixtificar periodismo y literatura.

Y El motel del voyeur es un buen ejemplo de Nuevo Periodismo. Gerald Foos, norteamericano, en la cuarentena, se pone en contacto con Talese y le cuenta que se ha comprado un motel, con la intención de instalar dispositivos que le permitan espiar a sus clientes de manera cómoda y segura.

Talese acepta una invitación de Foos, se acerca al motel, comprueba la autenticidad de la historia, e inaugura una relación con Foos, principalmente epistolar, que durará más de 30 años.

A lo largo de estos 30 años, Talese irá recibiendo los diarios de las observaciones que Foos, a veces en compañía de su esposa, hace desde su desván.

Y Talese nos cuenta esta historia, intercalando sus observaciones, fragmentos textuales de los diarios de Foos, entrevistas con Foos y otros elementos.

Recientemente, se ha sabido que la historia de Foos podía ser parcialmente falsa. Esto afecta a la credibilidad de Foos y, por supuesto, a la de Talese, un tipo con gran prestigio y ya en el ocaso de su carrera.

Por tanto, instauradas dudas sobre la veracidad, queda el relato. Interesante, divertido y revelador de como somos las personas, aquí allí y en cualquier otro lugar.

Llama la atención las pretensiones de fino analista de las complejidades del alma humana que el tal Foos destilaba. Cuando, a lo más, era un voyeur de libro. Con ínfulas, eso sí.

domingo, 14 de enero de 2018

El espejo de los espías, John Le Carré

Sigo con las primeras novelas de Le Carré.

El espejo de los espías está escrita a mediados de los 60 y lo narrado ocurre pocos años antes. Es decir, apenas 15 años después del fin de la guerra. Y esta manera de ver las cosas es importante. 15 años no son nada.

Un organización de inteligencia militar, venida a menos, y en trance de desaparición se ve ante la oportunidad de montar una operación que pueda devolverle una pequeña parte de su antiguo brillo. O al menos el crédito para sobrevivir un par de décadas más.

La operación consiste en infiltrar un agente en Alemania Oriental para que recopile información acerca de una posible instalación soviética. El problema es que no disponen de hombres para ello. Así que recurrirán a un antiguo agente fuera del servicio desde la guerra.

la tarea del espía es tan adictiva que Leiser, así se llama en antiguo agente, no duda un instante. Leiser y sus jefes, Leclerc, Avery y Haldane se embarcan en la preparación de la operación con un entusiasmo casi infantil, alimentado de nostalgia e idealismo a partes iguales.

La novela es atípica por la sencillez de su trama. Un tanto ligera para Le Carré. Emocionante y, como siempre, bien contada.