miércoles, 30 de agosto de 2017

El cero y el infinito, Arthur Koestler

Sensacional novela, pero todo ha cambiado tanto en los últimos 30 años que la novela habla de otros tiempos apenas reconocibles.

Koestler, comunista y anticomunista, siempre convencido, siempre en el ojo del huracán, siempre brillante, construye una gran novela sobre una recreación de los juicios de Moscú.

En la segunda mitad de la década de los 40 del pasado siglo, Stalin impulsó una sucesión de procesos judiciales que acabaron con gran parte de sus potenciales enemigos políticos. Ejemplo paradigmático de totalitarismo.

Rubashov, alto jerarca del régimen, tras caer en desgracia, es detenido, encarcelado e interrogado. Es  acusado de desviacionismo.

A lo largo de los larguísimos interrogatorios, Rubashov se convencerá de que él es un peón sin valor, que no debe, bajo ninguna circunstancia, entorpecer el triunfal desarrollo de la revolución. Él no es nada. El estado lo es todo.

Es destacable que en la realidad la confesión venía impulsada, en la mayoría de los casos, por todo tipo de torturas. En la novela, el acusado es presionado, pero nunca torturado, y el reconocimiento de la culpa es sincero y una consecuencia del reconocimiento de la omnipotencia y omnisciencia del partido.

La lectura vale la pena, aunque hacía el final, tanta disquisición pueda resultar un poco pesada para mentes poco escolásticas.


lunes, 21 de agosto de 2017

La reina en el palacio de las corrientes de aire, Stieg Larsson

Cierre de la trilogía.

Toda la novela  discurre alrededor de las estratagemas que Salander y Blomvquist utilizan para eludir a sus enemigos y preparar en enfrentamiento final: el juicio de inhabilitación al que será sometida Salander.

También toman protagonismo los diferentes cuerpos de policía que aparecen en novelas anteriores.

Divertida.

miércoles, 16 de agosto de 2017

La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina, Stieg Larsson

Segundas partes nunca fueron buenas. La historia flojea.

Enrevesada historia acerca de un desertor soviético, padre de Salander, del intento de asesinato de Salander a su padre, de la confabulación para internar a Salander en un psiquiátrico de por vida y más cosas que no recuerdo.

Mucha acción, ritmo de thriller. Pero la historia pierde ese matiz de verosimilitud que hacía tan atractiva a la primera parte.

Y el pichabrava de Blomqvist, con su desagradable superioridad moral, resulta un poco cargante.

Se deja leer.


lunes, 7 de agosto de 2017

Los hombres que no amaban a las mujeres, Stieg Larsson

Curioso. Leí este libro en pleno boom mediático y me pareció flojo. Sería por llevar la contraria o por leerlo en inglés.

Mi adición por las n-logías me ha llevado a releerlo este verano. Y me ha encantado.

Narración ágil. Historia con interés. Personajes curiosos. Sin duda, buena lectura de verano.

La historia es archiconocida: Harriet, joven perteneciente a una antigua familia de industriales suecos desapareció hace 35 años. Uno de los popes de la saga, próximo a la muerte, contrata a Mikael para que averigüe la verdad sobre la desaparición de Harriet.

Lisbeth Salander, hacker y asocial e investigadora prodigiosa ayudará a Mikael. Probablemente Lisbeth es el personaje más original y logrado de la saga.

Un pero de la novela es su  excesiva carga ideológica. Y además de manera ostensible, nada disimulada. Parece que el tal Larsson es un tipo muy ideologizado y se nota en su obra.

La corrección política llega a ser un poco cargante.