martes, 31 de mayo de 2016

El hombre de los círculos azules, Fred Vargas

Sigo a la busca de mi nuevo Wallander. Debo decir que todavía no lo he encontrado, pero este Adamsberg no esta mal. Prometedor, como mínimo.

Llegué a Fred Vargas por un artículo de periódico . Me  llamó la atención el atípico perfil de la autora: académica de reconocido prestigio que acude a la literatura por diversión y acaba pidiendo una excedencia y forrándose.
Me muero de envidia.

El caso es que El hombre de los círculos azules es una novela policiaca un poco particular. Su protagonista, el comisario Adamsberg, es un recién llegado a la capital desde el Pirineo. Su fama le precede y su heterodoxia desubica a sus subordinados. Pero lo más llamativo de Adamsberg es que es un poli sin método.

La trama de la novela llama la atención y sus personajes, también los secundarios, son todos ellos muy originales. Quizá demasiado, ya que resultan un pelín increibles.

Vargas, a veces, abusa de sus personajes, tan alternativos y originales ellos. Tanto que los diálogos, en ocasiones, no están lejos de parecer pajas mentales.

El contrapeso de Adamsberg, Danglard, también tiene interés, y la relación entre ambos tiene potencial de cara a sucesivos episodios de la serie.

En resumen, entretenida, original y prometedora.

miércoles, 25 de mayo de 2016

Ciudades de la llanura, Cormac McCarthy

Con Ciudades de la llanura finalizo la trilogía de la frontera.

Esta novela es un poco diferente a las anteriores. El entorno es un poco más doméstico pero la violencia reina sobre seres y haciendas igual que en las novelas anteriores.

Incluso, hay una historia de amor. No solo eso, sino que aparece algún personaje femenino con algo de peso, cosa digna de mención, ya que el universo de McCarthy es puramente masculino.

En Ciudades de la frontera reaparecen los protagonistas de las dos obras anteriores: Billy Parham y John Grady Cole. Ambos trabajan en un rancho cerca de la frontera y llevan una existencia tan simple como difícil: trabajo duro, aislamiento, putas y alcohol.

En eso que John Grady, todavía joven e idealista, se enamora de una prostituta mejicana a la que quiere rescatar.

Todo terminará mal, como siempre en las novelas de McCarthy.

Una vez finalizada la trilogía puedo decir que sus historias no me fascinan, pero sí lo hace la pureza de sus descripciones y su capacidad para construir ámbientes y climas tan hipnóticos como ásperos.

Me gusta la forma pero me aburre un poco el fondo. Raro, raro.

domingo, 22 de mayo de 2016

En la frontera, Cormac McCarthy

Continuo con la trilogía de McCarthy.

Esta segunda novela es argumentalmente independiente de la primera, aunque comparte con ella marcos temporales y espaciales y climas anímicos.

En En la frontera acompañaremos a Billy Parham y a su hermano Boyd a lo largo de su triste aventura, siempre cerca de la frontera, en busca de unos caballos robados.

Billy y Boyd, apenas en su adolescencia, que acaban de quedar huerfanos, salen en busca de lo único que tienen: sus caballos.

Como en la novela anterior, los protagonistas son las rocas, los cielos, el viento, la desesperanza, la tristeza, la violencia, el silencio y los caballos.

En ocasiones McCarthy se demora en detalladas descripciones de determinados procedimientos. Habitualmente alguna tarea en relación a los utillajes para el manejo de las caballerías. Normalmente, estas descripciones me han resultado difíciles de seguir y aburridas. Con una excepción.

A mitrad de a novela, Boyd resulta gravemente herido. En la madrugada, Billy convence al doctor, ambos montan el el carro, se llegan al rancho donde Boyd yace con un  balazo en el pecho al borde de la muerte.
McCarthy hace una descripción maravillosa del trabajo del doctor. Desbordan cariño y sensibilidad, tanto la narración como el trabajo de médico.

He disfrutado enormemente del inicio de la novela. En las cercanías de la casa de los Parham ha aparecido un lobo que está diezmando el ganado. Tras días y días de salir al monte, poner y revisar cepos y estudiar desplazamientos del lobo, éste acaba cayendo en un cepo.

Billy lo libera, intenta curarlo y emprende una huida en su compañía. A lo largo de tal periplo, Billy y la loba establecen una relación muy especial. Maravilloso elogio no explicito a la inteligencia del lobo.

miércoles, 4 de mayo de 2016

Todos los hermosos caballos, Cormac McCarthy

Cormac McCarthy, el de La carretera y No es país para viejos, tiene una trilogía con títulos bastante sugerentes: Todos los hermosos caballos, En la frontera, y Ciudades en la llanura. Así que a ello me pongo.

Todos los hermosos caballos es una novela épica y romántica. Sobre caballos y sobre gente que ama los caballos por encima de cualquier cosa.

Es una novela épica porque en ella los personajes luchan contra fuerzas que siempre les superan: el destino, la violencia, el clima o la geografía.

Es una novela romántica porque en ella se exalta el valor de la vida en comunión con la naturaleza y el medio natural trasciende el papel como mero escenario de la narración para covertirse en algo que da sentido al mundo e insufla aliento vital a sus personajes.

Algunos nombres ya preconfiguran lo que será de ellos. John Grady Cole y su amigo Rawlings huyen de Texas hacia México en una mezcla de viaje iniciático, huida del hogar represivo y búsqueda de aventuras. En el camino se encontrarán con el aún más joven Blevins. El grupo afrontará problemas de diversa índole, se dispersará, pasará penalidades sin fin y acabará volviendo a su punto de partida.

Todo ello está narrado de manera seca y áspera, pero el amor que McCarthy siente por la tierra fronteriza y su genio literario son tan grandes que su prosa descriptiva a lo largo de las largas jornadas de frío y calor, viento, hambre y sed, agotamiento y desesperación, rocas y arena, horizontes infinitos y cielos cambiantes, me resulta hipnótica.

Salvando las distancias, Lawrence de Arabia y sus siete pilares de la sabiduría, me provocaron sensaciones semejantes

Pese a lo anterior, la historia no me ha pillado del todo y algunos pasajes se me han hecho un poco largos.

Aún así vale la pena.