jueves, 7 de noviembre de 2013

Juego de tronos, George R. R. Martin

Nuestra sociedad, sistema complejo por excelencia, se comporta de manera no lineal en todos sus aspectos. Además, una de las características de los fenómenos no lineales es la existencia de propiedades emergentes. Es decir, propiedades o características que se hacen visibles, de manera repentina, a causa de la agregación de propiedades o comportamientos de elementos individuales, que normalmente pasan desapercibidas.

Puede parecer que estas características aparecen de repente, pero en realidad, en cierto modo ya existen a nivel desagregado, solo que no son visibles. Solo son visibles cuando ciertas condiciones, difíciles de evaluar, se cumplen. En ese momento, esas propiedades o comportamientos, se agregan, y la propiedad emergente aparece como de la nada, a veces de manera espectacular.

A que viene este rollo?. Lo primero: no es un rollo. Lo segundo: viene a que, a veces, nuestra sociedad, sistema complejo donde los haya, nos permite sorprendernos con la aparición de ciertos fenómenos emergentes.

Mi ejemplo favorito, a día de hoy, es Juego de tronos. ¿Qué ocurre cuando una creación humana, que lleva años en el mercado, pasando, aparentemente desapercibida, de repente, en cuestión de pocos meses, se convierte en obra absolutamente imprescindible, que todo el mundo ha visto, leído y hasta soñado, con gran disfrute. Mi explicación, incompleta, es que esa obra ha generado durante años un flujo información social muy importante. De repente, sin que sepamos por que, se alcanza un cierto nivel crítico, y la popularidad de juego de tronos, explota, de manera repentina. Buen ejemplo de propiedad emergente.

La explicación es incompleta, porque deja el asunto interesante fuera: cómo, cuándo y por qué se activa esa explosión.

La cuestión es que un lector empedernido como yo, me sentía incomodo al margen de la masa. No había leído Juego de Tronos. ¡Grave pecado!. Al segundo intento he conseguido acabar con ella.

Dificil decir algo sin pasar por lector raro y elitista. Creo que Juego de Tronos, no da la talla ni como best seller para pasar el rato. No resulta lo suficientemente entretenida y adictiva para ello. No llega a ser aburrida, pero ni siquiera vale como pasatiempo.

Cierto es que tiene algunas virtudes. Entre ella está la originalidad en la recreación de un mundo mítico ya desaparecido. También, la fuerza que en las descripciones de Martin tienen los elementos naturales: el fuego, el hielo, el invierno, el bosque,.... Y, como no, la violencia y la sexualidad que los personajes transmiten.

Poco más.

miércoles, 2 de octubre de 2013

Rojo y negro, Stendhal

Debí escribir sobre Rojo y negro nada más terminar la novela, como habitualmente hago. En este caso, no lo hice. Lo he ido dejando y ahora, casi un mes después de terminar la novela, me resulta complicado escribir. Pero lo intentaré.

Estamos ante una de las grandes novelas europeas y, sobre todo, ante uno de los grandes personajes europeos: Julien Sorel.

Julien, hijo de un aserrador modesto, es despreciado por su familia a causa de sus sensibilidad, sus capacidades notables y su ambición. La novela acompaña a Julien en su ascensión, desde modesto preceptor en casa del señor de Renal, a factotum y hombre para todo del marqués de La Mole. Pero el peso de la narración recaerá en las dos aventuras amorosas, a cual más tumultuosa e incomprensible, ante las que la ferrea voluntad de Julien, sucumbirá.
La primera, con la señora de Renal, madre de sus pupilos. La segunda, más tarde, con la hija del marqués de La Mole.

Pero si Julien es inolvidable, lo es por su infinita altivez, por su insuperable atractivo, por su clara inteligencia y por su abominable hipocresía. Sus historias amorosas son duelos a muerte entre un ser poseido por su ambición, Julien, y otro dominado por su cinismo o su hipocresia, la Sra de renal o la Srta de La Mole.

También es interesante el retrato de la Francia de la restauración y su ambiente social y politico, siempre orbitando alrededor de la gran figura de Napoleón.

Una gran novela, sin duda.

sábado, 14 de septiembre de 2013

Eugenio Oneguín, Aleksandr Pushkin

Esta obra, aunque una de las grandes joyas de la literatura rusa, no es muy conocida en occidente. En parte, quizá, por la homérica dificultad que supone traducir Eugenio Óneguin a cualquier lengua. Y es que estamos ante el poco habitual especimen literario denominado novela en verso. La narración de Pushkin es tan emotiva que a su autor le pareció que la vulgar prosa era un contenedor demasiado equlibrado para mostrar todo la desmesura con la que Oneguin se mueve en la vida.

El argumento no es especialmente interesante: joven héroe conoce a joven del lindo sexo, joven del lindo sexo se ofrece a joven héroe, joven del lindo sexo es rechazada, joven héroe ofende a prometida de su amigo, joven héroe y amigo se baten en duelo, amigo muerto por joven héroe, joven héroe abandona la cuidad y huye al campo, joven héroe regresa tras largos años, joven héroe conoce en fiesta a bella señora, joven héroe reconoce a antigua joven del lindo sexo en actual bella señora, joven héroe es rechazado por bella señora. Y fin de la novela.

La novela es breve, bella y se lee con facilidad, pese a lo que su aroma a élite intelectual pueda sugerirnos. Me ha resultado especialmente valiosa la introducción que acompaña la obra en la edición de Cátedra. Es esta introducción, además de contextualizar la novela, se hace un esfuerzo muy notable por informar al lector del desafío filológico que supone verter Oneguin a cualquier lengua diferente a la rusa.

viernes, 13 de septiembre de 2013

Roseanna, Maj Sjowall y Per Wahloo

Primera aventura del inspector Martin Beck. Vale todo lo dicho en relación a Los Terroristas.

La historia nos lleva, en compañía del inspector Beck, a lo largo de las investigaciones necesarias para acabar deteniendo al asesino de una joven norteamericana que es encontrada en un canal.

La lectura de la novela me sugiere dos reflexiones.

La primera es que la novela nos muestra que, a pesar del buen trabajo y la perseverancia de Beck y de otros agentes, la pista clave que va a permitir la detención del asesino es un golpe se suerte. Es decir, un poquito de suerte ayuda al buen trabajo a conseguir sus objetivos.

La segunda es que me llama mucho la atención la dedicación casi total que tres o cuatro agentes de policía siguen desempeñando en la investigación de un asesinato, cuando ya han pasado varios meses del hecho. ¿Hace cinco décadas ocurrían muchos menos asesinatos o hoy en día los recursos de los que dispone la policía son mucho más limitados?.

lunes, 9 de septiembre de 2013

The fabric of the cosmos, Brian Greene

Brian Greene, reconocido físico teórico, dedica este libro a explicar, de manera accesible en su mayor parte a cualquier lector con una formación científica básica e interés por la naturaleza y funcionamiento de nuestro universo, lo que, en este momento de nuestra historia intelectual, sabemos acerca de la estructura más intima del tejido que da soporte a nuestro universo.

La tarea es de gran dificultad y Greene la aborda con buenas aptitudes divulgativas, una gran cantidad de imaginativas metáforas y una ausencia total de fórmulas matemáticas.

El libro aborda cuestiones básicas acerca de la comprensión actual de nuestro universo: la flecha del tiempo y su significado, la materia y la energía oscuras, la inflación, la teoría de cuerdas y el entrelazamiento cuántico.

Pero donde Greene pone todo su esfuerzo es en intentar explicar lo que sabemos acerca de la naturaleza intima del espacio y del tiempo.

domingo, 8 de septiembre de 2013

Las inquietudes de Shanti Andía, Pío Baroja

Esta novela, primera de la barojiana cuatrilogía El mar, está dedicada, a las aventuras del marinero vasco Shanti Andía.

El resto de la cuatrilogía también gira en torno al mar y a las constantes oportunidades que éste ofrecía, a los que se ganaban la vida bregando sobre sus lomos, de sentirse parte de algo vivo y poderoso y de no perder contacto con la épica que dominaba nuestra vida hace algunos siglos.

Shantí Andía nos cuenta su vida, siempre ligada al mar y, a la vez, desligada de los seres humanos, con un tono directo y próximo muy convincente.

El lector acompaña a Shanti en sus singladuras por los siete mares a lo largo de toda su vida, a la vez que somos partícipes de la fascinación que Shanti sentía por uno de sus tíos, el marino Juan de Aguirre.

La narración, hilvanada de forma algo confusa a partir de unos diarios de Shanti, no deja de transmitir un tono nostálgico hacía los tiempos en los que los viejos marinos, rudos, violentos, nobles y valientes, recorrían los mares, siempre ajenos al pacífico discurrir de la vida familiar en sus aldeas.

Las condiciones en que se desliza la vida actual hacen a la mayoría de la gente opaca y sin interés. Hoy a casi nadie le ocurre algo digno de ser contado. La generalidad de los hombres nadamos en el océano de la vulgaridad. Ni nuestros amores, ni nuestras aventuras, ni nuestros pensamientos tienen bastante interés para ser comunicados a los demás, a no ser que se exageren y se transformen. La sociedad va uniformando la vida, las ideas, las aspiraciones de todos.

martes, 3 de septiembre de 2013

La hija del capitán, Aleksandr Pushkin

Acabo de releer esta novela corta de Pushkin que nos cuenta las aventuras de un soldado ruso, enamorado de hija del capitán de una guarnición rusa en los confines del imperio.

La aventura de desarrolla en el s. XVIII, en tiempos de la revuelta del cosaco Pugachov. Pushkin tenía la aspiración de imitar a su admirado Walter Scott y convertir La hija del capitán en una gran  novela historica.

En mi opinion, la novela no alcanza nunca la fuerza, el interés do la emoción de, por poner un ejemplo, Ivanhoe. En ningún momento tenemos la sensación de estar leyendo algo más que una entretenida novelita de aventuras.

Lo más destacable, en mi opinión, es la atmósfera de frontera límite frente a los bárbaros y la dureza de la vida de guarnición que Pushkin sí consigue transmitir. A veces, me parecía estar leyendo El desierto de los tártaros. También me ha gustado el protagonismo que la naturaleza y  la geografía tienen en la novela.

miércoles, 28 de agosto de 2013

Los miserables, Víctor Hugo

Cada novela tiene su momento. En ocasiones, un libro leído y valorado como mediocre hace años, ahora me parece maravilloso. Otras veces, ocurre al contrario: algo que ahora no me gusta, me pareció formidable en otro tiempo.

Esto acaba de ocurrirme con una de las novelas más famosas de la historia de la literatura: Los Miserables, de Víctor Hugo. Leí la novela hace años y me dejo bastante frío. Tuve problemas para terminarla, y no recordaba nada de ella. Ahora, la acabo de leer de nuevo y la he disfrutado desde la primera a la última de las más de 1300 páginas.

La novela nos permite acompañar a Jean Valjean en su maravillosa historia de redención. Jean Valjean, obligado a robar para mantener a su familia, es condenado a varios años de prisión. Tras repetidos intentos de fuga, por fin, Valjean consigue la fuga definitiva. En su huida, el contacto casual con un alma pura, la del Obispo Bienvenú, le muestra cual es el camino que debe seguir en su vida, que no es otro que el de hacer el bien sin pensar en cómo el destino recompensará sus acciones.

Tras esta revelación, Valjean cambiará de identidad, se convertirá en hombre próspero, protector de la pobre Cosette, y de nuevo en fugitivo. Su único fin será conseguir la felicidad para Cosette, como manera de reconciliarse con el universo y de sentir que ha hecho algo de provecho en su paso por este mundo.

Este libro es un drama cuyo primer personaje es el infinito. El hombre es el segundo.

Habrá gente que considerará que la novela merece menos elogios por su inocente romanticismo. Al fin y al cabo, Los miserables es un gran folletín, en el que los personajes, ciertamente, son de una pieza, sin fisuras ni sombras que los hagan reales. Pero son tan entrañables, que se lo perdonamos. No debemos olvidar que esta es una novela romántica y Víctor Hugo disfruta acompañándonos por los campos de batalla de Waterloo o por las alcantarillas de París, siempre exaltando el sufrimiento y privando a la felicidad de cualquier componente terrenal. La felicidad es trascendente y exaltada, sino no es felicidad.

Hay que valorar la novela como lo que es: una de las mayores creaciones en prosa del romanticismo. No podemos echar en cara a Víctor Hugo que los tres protagonistas del drama, Valjean, Cosette y Marius, sean personajes de una perfección moral más allá de lo imaginable, ni que la novela destile complacencia con el mundo inhóspito en el viven sus miserables, ni que en ninguna de sus 1300 páginas, nadie muestre ni siquiera una tímida aspiración a la justicia social.

La cantidad de personajes memorables, por uno u otro motivo, es muy larga: el bendito Valjean, la adorable Cosette, el puro Marius, el inquebrantable Javert, el indómito Gavroche, la desgraciada Fantine, el astuto Thenardier...

La novela es tan grande que en ella pasa de todo. La prolijidad de Hugo es infinita. Su creatividad se desborda en sus páginas y fluye inagotable narrando las desventuras de sus protagonistas, pero también colando las más inauditas digresiones acerca de los más variopintos temas.

La novela, por su extensión, te exige una dedicación importante y te obliga a vivir entre sus páginas durante varias semanas. Eso hace que terminarla resulte doloroso. Nunca había lamentado terminar una novela tan larga. Creo que no olvidaré a ninguno de los personajes de esta grandísima obra.

lunes, 12 de agosto de 2013

Sukkwan Island, David Vann

Había leído muchos elogios de este autor, David Vann, y de esta novela, Sukkwan Island. Además, es una novela bastante breve, así que la vi en la biblio y la pillé.

La he leído rápido. Son apenas 200 páginas. Los elogios hablan de la maravillosa prosa de Vann, de sus frases cortas y agresivas, de su precisión obsesiva, de su ritmo sin descanso y de su escritura sin concesiones (¿?).

Me ha parecido una buena novela, pero no he visto todo eso. Jim y Roy, padre e hijo, parten a la desierta, despoblada, remota e inhóspita isla Sukkwan. Ambos tienen diferentes motivaciones. Jim, tras una vida repleta de fracasos personales, quiere cortar amarras, soltar lastre y enfrentarse un desafío gigante que le obligue a comportarse como el adulto maduro y capaz que es y le permita convertirse en otro Jim. En cambio, Roy se ve arrastrado por su padre entre el temor a decepcionarle y el miedo a abandonar a su padre en soledad con la única compañía de sus fantasmas.

En seguida, todo resultará mucho más difícil de lo que parecía y Jim y Roy se verán superados por los obstáculos, tanto los naturales y propios de la supervivencia en un lugar como Sukkwan, como de los propios de la comunicación y la convivencia entre dos extraños.

La situación pronto evoluciona y se hace insoportable. La tristeza, la decepción, la incomprensión, la incomunicación y el fracaso rezuman en las páginas de la novela.

jueves, 8 de agosto de 2013

Casa de verano con piscina, Herman Koch

Novela interesante y provocadora. Su autor nos permite acompañar a un matrimonio y sus dos hijas adolescentes a lo largo de sus vacaciones de verano y en compañía de unos vecinos. Pero lo interesante de la novela no es lo que va ocurriendo, sino las reflexiones que lo que va ocurriendo va suscitando en el lector.

La novela es interesante, ya que a lo largo de ella nos veremos interpelados, a veces de forma agresiva, sobre nuestros puntos de vista y nuestras percepciones acerca de cuestiones fundamentales en nuestras vidas: fidelidad, confianza, relaciones sexuales, comunicación, adicciones, relaciones paternofiliales, etc.

La lectura de la novela nos deja un poso amargo, ya que nos pone un espejo en el que ver el cinismo con el que los adultos nos desenvolvemos habitualmente en las relaciones sociales. Ni siquiera los más jóvenes salen bien parados ya que en la novela tampoco ellos son inocentes.

Cita en los infiernos, Maurice Druon

Acabo de concluir la trilogía iniciada con Las grandes familias y continuada con La caída de los cuerpos.

No me extenderé en los elogios a estas novelas porque ya lo que hecho en las dos entradas anteriores. Solamente comentaré, que en esta última novela, asistimos a la caída final de las dos grandes familias protagonistas de las tres narraciones, personalizadas en los últimos supervivientes: los jóvenes, guapos, débiles e inteligentes Jean Noel y Marie Ange.

Jean Noel y Marie Ange, como ellos mismos reconocen, son criaturas de otra época, nacidos para triunfar soportados por la familia y sus capacidades de movilización de recursos, pero incapaces de moverse en el mundo que les ha tocado vivir, sin más recursos que su voluntad y su trabajo.

Además, los dos protagonistas se siente tan solos que, desde el principio, adivinamos que están destinados a refugiarse el uno en el otro, dando así lugar a un final tan triste como escandaloso.

martes, 6 de agosto de 2013

La caída de los cuerpos, Maurice Druon

Tras terminar Las grandes familias y encontrar casualmente en la biblioteca las dos novelas que completan la trilogía, no pude evitar echarlas al bolso.

Acabo de terminar La caída de los cuerpos, continuación de LGM. Me ha parecido una novela soberbia, todavía mejor que LGM.

El tiempo corre inexorablemente y, en la novela, asistimos al hundimiento definitivo, ya vislumbrado en LGF, de La Monnerie y Schoudler, los patriarcas de las grandes familias cuyo devenir constituye la trilogía. Además asistimos al continuo ascenso, desde las medianías académicas hasta los salones que solo habitan los hombres de estado, del arribista Lachaume.

Esta es una novela triste, que pone ante nosotros, de manera magistral, el imparable proceso que convierte a un cuerpo y una mente jóvenes, sanos y capaces en algo progresivamente desconectado del mundo, aislado y vuelto sobre si mismo. Es emocionante, a la vez que muy triste, asistir a este proceso en la persona de los dos grandes hombres que protagonizan esta novela.

Además, leyendo la novela, tenía la sensavcón, constantemente, de que Druon nos estaba hablando de grandes cosas, de la vida, de la muerte y del vacio, utilizando para ello el devenir de sus personajes.

jueves, 1 de agosto de 2013

La gente de Smiley, John Le carré

El agente Smiley aparece en ocho de las novelas de John Le Carré. De ellas, en cinco, tiene un papel relevante y, en estas cinco, hay tres que forman algo semejante a una serie o trilogía: El topo (1974), El honorable colegial (1977) y La gente de Smiley (1979).

Acabo de leer esta última, que da fin a la trilogía. De las tres, es en ésta en la que George Smiley cobra un mayor protagonismo y, por tanto, es en esta novela en la que podemos conocer con más profundidad a este personaje, la mayor creación literaria de la novela de espionaje.

En esta novela, concluye la caza de Karla, jefe de los espias soviéticos e imagen especular de Smiley al otro lado del telón de acero. Cobrar esta pieza de caza mayor permitirá a Smiley, si no lo había conseguido ya, convertirse en un mito y maestro para espías y aspirantes a espía.

A lo largo de la narración, seremos la sombra de Smiley y le acompañaremos, tanto en apasionantes investigaciones como en emocionantes y peligrosos trabajos de campo.
La grandeza de Smiley está en su astucia, su humanidad, su discrección y su humildad. Smiley es tan atractivo porque, como enseguida queda claro, es un perdedor y eso siempre le hace atractivo. Es un perdedor, porque a pesar de su indudable pericia profesional, a la devoción de sus colaboradores y al respeto de sus enemigos, en su vida personal no es capaz de retener a su lado a su amada Ann. Además, como buen perdedor, tampoco es capaz de romper amarras y de liberarse de la pesada carga que le supone su constante añoranza.

La trama, compleja como siempre. La narración, ágil y eficaz. Los diálogos siempre notable y, en ocasiones, como en el decisivo interrogatorio de Grigoriev, magistrales.

domingo, 28 de julio de 2013

Las grandes familias, Maurice Druon

Quizá, lo mejor que se puede decir de una editorial es que da prestigio a sus libros, y no al revés, como suele ocurrir. De hecho, acabo de leer Las grandes familias, solo por que la editorial, por lo que he leído de ella, me parece garantía de calidad. Además, el aspecto de sus novelas es muy atractivo y eso hace que cuando curioseo por las bibliotecas en busca de lectura, Los Libros del Asteroide siempre acaban capturando mi atención.

Maurice Druon es un gran hombre de letras en el país de nuestros vecinos del norte y Las grandes familias es una se sus grandes novelas. Esta novela nos cuenta una historia de lucha por el poder, de odios familiares, de ambiciones satisfechas y de deseos insatisfechos. Todo ello en el París de entreguerras, mientras la clase dominante, la aristocracia, va perdiendo terreno frente a la burguesía industrial, que se acabará convirtiendo en la élite económica hegemónica en Francia hasta nuestros días.

La narración es ágil, directa y más breve de lo habitual en novelas con tantos personajes. Además, Druon consigue que nos sintamos siempre cerca del centro de la acción, de una manera natural y próxima a los personajes, planteados de manera una tanto esquemática pero muy eficaz.

Una novela notable.


martes, 23 de julio de 2013

Pregúntale al polvo, John Fante

Otra novela de Bandini. Yo creía que es la tercera, pero no estoy seguro, porque no parece estar claro qué obras y en qué orden constituyen la serie.

Nos encontramos a Bandini en Los Ángeles, viviendo en una pensión, consagrado a la escritura y dedicando todo su esfuerzo a crear esa gran obra que le llevará al Olimpo de los literatos. Mientras tanto, Bandini se enamora de Carmela López, una camarera mejicana que, a su vez, está enamorada de un compañero de trabajo.

Al principio de la novela, Bandini es el personaje despreciable, irascible y violento que ya conocemos de otras novelas de la serie. Pero, poco a poco, el amor no correspondido de Bandini por Carmela transforma a Arturo y lo convierte en un tipo más humano, que, impulsado por su necesidad de cariño, deja salir a la superficie la indudable bondad que tiene en su interior.

Lo novela tiene un cierto aire épico, otorgado por la complejidad emocional de los protagonistas y por la violencia de las pulsiones que los mueven. Carmela es una mujer sedienta de cariño, desequilibrada y con fuertes tendencias autodestructivas. Bandini, en cambio, se mueve por su afán de trascendencia. Pero para él, trascender es convertirse en leyenda de la literatura. Nada más importa. Ni sus apuros económicos, ni sus carencias afectivas, ni sus desengaños amorosos. Bandini vive consagrado a la búsqueda de su gran obra con la intensidad del monomaniaco.

El desenlace de la novela alcanza una gran altura dramática. En él, Bandini hace un último intento, en el que no duda en poner toda la carne en el asador, de redimir a Carmela y, por el camino, redimirse el mismo.

lunes, 22 de julio de 2013

Espera a la primavera, Bandini. John Fante

Segunda novela de la tetralogia de John Fante sobre su alter ego Arturo Bandini. Segunda en orden de escritura, última en orden de publicación y primera en orden cronológico. ¡ Qué lio!.

En esta novela se nos da a conocer a la familia Bandini, formada por Svevo, albañil inquieto y ambicioso, María, madre cariñosa y católica feroz, Arturo, hijo mayor, violento y romántico y los hermanos pequeños, August y Federico.

Los Bandini, emigrados italianos, viven en Colorado, donde en invierno hace mucho frío y, por eso, Svevo no tiene trabajo. Estamos en la gran depresión y la pobreza atenaza a los Bandini.

Todos los personajes de la novela sufren de cierta ciclotimia y oscilan entre diferentes polos emocionales, lo cual hace que sus comportamientos sean difíciles de comprender. Quizá esto de a la novela riqueza y complejidad.

Tanto Svevo como María y Arturo son personajes interesantes y ricos, sometidos a tensiones emocionales fuertes. En el caso de Svevo, por su insatisfacción ante la vida que proporciona a su familia y su ambición no satisfecha de hacer "grandes cosas" en la vida. Para María, la pobleza la obliga a humillarse constantemente ante los tenderos y ante sus propios hijos y, además, sufre permanentemente por la perdición y la condena de Arturo y Svevo. Arturo, oscila entre la euforia y el amor más loco por Rosa Pinelli y los ataques de furia y amor-odio hacia su padre y su madre, que, en su opinión, casi nunca afrontan la vida con la entereza que esta exige.

La narración es directa, cruda, realista, muy veraz y emotiva. Nos mete en el día a día de la vida de los Bandini y nos emociona con su humanidad y su sufrimiento.

Una novela muy interesante, bastante mejor que Viaje a Los Ángeles, pero no tan buena, dicen las críticas, como Pregúntale al polvo.

jueves, 18 de julio de 2013

El honorable colegial, John Le Carré

Otra novela del agente Smiley. En este caso una de las menos conocidas.

Nos encontramos con Smiley, jefe del Circus, empeñado en la noble tarea de reconstruir el espionaje británico tras el asunto Haydon (contado en El Topo, la novela anterior) y obsesionado con dar un golpe de efecto que permita rehabilitarese a la organización y prestigiarse ante los primos.

Como siempre, complejísima trama, desarrollada  a lo largo de más de 600 páginas de escritura brillante, a veces un poco hermética, como si hubiera sido escrita solo para iniciados en el noble arte de la lectura de las obras de Le Carré.

En este caso, la historia, que muestra cierta continuidad con El Topo, y que se verá culminada en La gente de Smiley, nos lleva a Hong Kong, todavía colonia británica. Allí, Jerry Westerby, el honorable colegial, se jugará el pellejo, en la mejor versión del héroe romántíco, por sacar adelante la operación de Smiley, pero también por hacer de su vida algo valioso, tras enamorarse de la bella Liese.

Realmente, el protagonisa de la novela es el entrañable Westerby que se hace querer por el lector por su mezcla de inocencia y astucia, de sentido del deber y de capacidad de abandonar todo para satisfacer sus instintos.

En cuanto a Smiley, pese a ser una presencia constante en la novela, el autor no pono el foco sobre él en ningún momento, pero el personaje queda perfectamente retratado, aunque siempre a través de una bruma de indefinición, reflexión y ausencia. El genio de Smiley es tal que siempre conduce la operación por el único camino posible, con maestría indiscutible y ganándose la adoración incondicional de sus hombres.

Una gran novela, compleja, que hay que intentar leer rápido y que nos hace una descripción vívida del funcionamiento del mundo del espionaje y de la vida en la colonia cuando el imperio terminaba de desmoronarse.

domingo, 14 de julio de 2013

La atadura, Vanessa Duries

La atadura se ha convertido en obra de culto entre la novela erótica contemporánea.

Tras haberla leído y tras saber que su autora muríó en accidente de trafico unos meses después de la publicación de la obra, con apenas veinte años, me pregunto cual será el motivo de el ascenso de la obra al Olimpo de las obras de culto: ¿su calidad o la muerte de su autora y las circunstancias que la acompañaron?.

La atadura nos conduce, en compañía de su protagonista Laika, de viaje a los incómodos pero sin duda interesantes rincones personales en los que habitan nuestras fantasías, nuestras filias y parafilias y nuestras fobias sexuales.

Laika es una joven que se ve realizada por medio de la práctica del sadomasoquismo y de su relación amo-esclava con su amante Pierre.

La novela tiene valor como intento valiente de mostrar la cadena de pensamientos, sentimientos y acciones que permiten a una persona convertir el dolor y la sumisión en combustible que la impulse a una evolución hacia una versión de ella misma más consciente de su lugar en el mundo.

También es interesante el intento de Vanessa Duries de mostrar como el dolor puede ser la otra cara del placer y como la humillación y la sumisión pueden conducir a una libertad más plena.

La novela es breve, directa, procaz, a ratos repetitiva, pero interesante, como lo es todo aquello que pone ante ti una realidad desconocida, por desconcertante que esta experiencia pueda resultar.

martes, 9 de julio de 2013

Camino de Los Ángeles, John Fante

Ya se sabe que los libros y los autores son como las cerezas. Unos nos llevan a otros. Sabes cómo empiezas pero no donde vas a terminar.

En este caso, llegué a Fante a través de Bukowski. Podríamos decir que Fante, ya muerto, fue unos de los iniciadores del realismo sucio, mientras que Bukowski, probablemente, representa su máximo exponente.

Además, hay que tener en cuenta que Fante escribe en los años 30 y 40 del siglo pasado, por lo que su tratamiento del sexo y de la violencia es muy diferente al de Bukowski, que escribió 30 años más tarde. Los cambios sociales en cuanto a nuestra relación con el sexo y la violencia ocurridos entre los años 30-40 y los años 60-70 del siglo pasado en las sociedades occidentales han sido asombrosos.

Camino de los Ángeles es la primera de las novelas de Arturo Bandini, su personaje más conocido. Podríamos decir que Arturo Bandini es a Fante como Henry Chinasky es a Bukowski.

La novela es autobiográfica, en mayor o menor medida, y nos conduce a través de los primeros años de Bandini-Fante. Bandini es un joven agresivo, rebelde e intolerante, alienado por sus lecturas no digeridas de Schopenhauer, Nietzsche y Spengler, que convencido de su talento y su superioridad moral e intelectual sobre la plebe, vaga sin rumbo por una existencia llena de frustración y rabia.

Tras unos años de empleos mal pagados y continuos enfrentamientos familiares, Bandini abandona el hogar y se dirige a Los Ángeles donde, está convencido, escribirá su gran novela y mostrará al mundo su talento.

Echo a faltar en la novela un punto de sentido del humor que haga soportable la figura de Bandini. Arturo Bandini rebosa desprecio hacia los demás y, a cambio, no nos ofrece mucho, así que llega a convertirse en un personaje dificil de soportar.

A pesar de lo cual, continuaré leyendo alguna novela más de Bandini. Al menos, la más famosa: Pregúntale al polvo.

Los novios, Alessandro Manzoni

Los novios, aunque poco leída en España, es uno de los grandes clásicos de la literatura del siglo XIX. Esto es especialmente cierto en Italia, donde Los novios es leída en cada escuela del país y es considerada como la máxima joya novelística de su literatura nacional.

Los novios es una novela historica. Hoy en día, colocar el adjetivo histórica delante de una novela es sinónimo de devaluar el contenido de la novela, pero no siempre ha sido así. De hecho hubo un tiempo en el que los grandes novelistas, pongamos como ejemplo a Scott o al mismo Manzoni, escribían novela histórica con ambición de escribir una gran novela.

La novela nos cuenta la historia de Renzo y Lucía, enamorados que por diversos azares que escapan a su control, tras ver impedida su boda, emprenden una serie de peripecias, cada uno por su lado, hasta que tras grandes desventuras, consiguen reunirse de nuevo para ver su sueño cumplido.

La novela es original, ya que va poniendo el foco en los diversos personajes de manera sucesiva, acompañandolos en el tiempo, sin simultanear las acciones y abandonando a los protagonistas durante centenares de páginas, repletas de digresiones acerca de los más variados temas, algunas de ellas de gran interés. Otras más prescindibles.

Resulta especialmente valioso el retrato de una gran ciudad y sus habitantes en episodios de peste (Milán, 1630) y carestia de alimentos básicos, de gran rigor histórico y, en general, la recreación del modo de vida del norte italiano en el siglo XVII.

En caso de ser necesario, se podría decir alguna cosa negativa de la novela. Por ejemplo, que los buenos son muy buenos, los malos son muy malos, y que al final, hasta los malos se hacen buenos y todos felices comiendo perdices. Un poco como un cuento infantil, eso sí, espléndidamente novelado.

domingo, 16 de junio de 2013

Las desventuras del joven Werther, Johann Wolfgang Goethe


Vivo en constante asombro ante la capacidad de ciertos elementos comunicativos (una serie de tv, una película, una acción o declaración de una celebrity,...) para influir hasta límites difícilmente comprensibles sobre muchas personas, normalmente jóvenes y adolescentes, aunque cada vez adultos en mayor medida. Además, suelo cometer el error de pensar que este es uno más de los múltiples signos que muestran nuestra decadencia como civilización y que este fenómeno es reciente. Pues no.

Acabo de terminar Las desventuras del joven Werther, novela que ya leí hace bastantes años y que me dejo indiferente. En cambio, ahora, me ha resultado apasionante, a excepción del pasaje, ciertamente soporífero, en el que el protagonista lee a su amada unos poemas del ciclo de Ossian, al parecer muy importante en la mitología Irlandesa. Me ha interesado mucho saber que esta novela fue un auténtico fenómeno de masas en el momento de su publicación (1774). El éxito de la novela fue tal que se puso de moda vestir y morir como su protagonista: frac azul, chaleco amarillo y suicidio.

La novela fue escrita por Goethe cuando solo tenía 24 años y hoy en día es la más conocida de su autor, a pesar de que las obras completas de Goethe ocupan 60 volúmenes.

Estamos ante una novela epistolar en la que Werther narra a su amigo Willhem sus, como el título indica, desventuras, en pos del amor de Carlota. Werther, ante todo y sobre todo, es un hombre de honor y enseguida comprende que su amor no es posible. Esa misma concepción del hombre, su honor y su voluntad como algo inflexible, absoluto e inquebrantable, conduce a Werther al suicidio. Además, este suicidio no es una huida cobarde sino una salida de escena triunfal y heroica. Werther tiene otras opciones aparte del suicido pero su visión del mundo no le permite aceptarlas, ni siquiera percibir su existencia.

Esta novela es clave dentro del movimiento precursor del romanticismo, conocido en Alemania como Sturm und Drang (traducido algo así como tempestad y sentimiento), caracterizado por una intensidad en las vivencias y en los sentimientos descritos, así como un gran protagonismo de la naturaleza y una fuerte voluntad de trascendencia hacia ella.

lunes, 10 de junio de 2013

Los terroristas, Maj Sjowall y Per Wahloo

Llevaba yo unos años ya un poco triste y apenado porque había agotado el amplio yacimiento Wallander y no me quedaba ninguna de sus novelas por leer. Recuerdo el sentimiento de estar consumiendo algo valioso, irreemplazable y cercano a su agotamiento que tenía leyendo sus últimas novelas. Algo parecido a aproximarse a la certeza de que ya no te queda ningún Dostoievski o ningún Dickens por leer.

Afortunadamente, éste, todavía no es el caso. Y siendo justos en la comparación releer a Dostoievski o Dickens es mejor que leerlos por primera vez, porque, como grandes clásicos que son, nunca se agotan. Por buenas que sean las novelas del Inspector Wallander, estamos hablando de otra cosa.

Pero vamos a lo que vamos. En mi estado de ligero desamparo más arriba explicado, me encuentro con una novela de esos escritores suecos, émulos del gran Mankell, que tanto pululan por nuestras librerías. El autor es Sjowall Wahloo y la novela se titula Los terroristas. Poco después descubro que Sjowall Wahloo no es un señor o señora de nombre Sjowall y apellido Wahloo, sino una pareja de periodistas suecos: Maj Sjowall ella y Per Wahloo él.

Me pongo con la novela, protagonizada por el Inspector Martin Beck. A las pocas páginas los ecos y resonancias entre Beck y Wallander son claramente perceptibles. Es más, incluso la reflexión política/social/ideológica que la novela alimenta a lo largo de su desarrollo coincide con aquellas que el poso que las novelas de Wallander te acaban dejando tras su lectura te provocan. La sorpresa mayúscula viene cuando descubro que las novelas del inspector Beck fueron escritas entre 1965 y 1975, mientras que las de mi adorado inspector Wallander lo fueron entre 1991 y 2009. Así que lo que en un principio me pareció una muy buena imitación y/o secuela de Wallander, ha resultado ser el referente de toda la abundantísima novela negra sueca actual.

En los años en los que esta novela fue escrita, a mediados de la década de los 70 la democracia sueca, además de ser modelo a imitar por cualquier país con aspiraciones socialdemócratas, todavía disfrutaba de un estado del bienestar sólido y sin fisuras. Por este motivo llama la atención que, ya entonces, Sjowall y Wahloo fueran capaces de vislumbrar, y poner negro sobre blanco, aunque sea en una obra de ficción, los grandes problemas que pondrían al estado del bienestar contra las cuerdas cuatro décadas más tarde. Quizá su militancia política comunista les ayudaba, o les obligaba, a ver debilidades inherentes al sistema que entonces no estaban a la vista para casi nadie.

La novela, con argumento sencillo, está muy bien escrita. Los personajes y situaciones son muy creíbles y tras la lectura no puedo menos que felicitarme al pensar que me quedan por delante nueve historias más del Inspector Beck.

viernes, 31 de mayo de 2013

Tom Jones, Henry Fielding

Tom Jones es uno de los grandes clásicos de la literatura inglesa de todos los tiempos.

Esta novela nos cuenta la historia de Tom, expósito nacido, en circunstancias poco claras, en casa del rico y bondadoso Mr. Allworthy. Es una novela que, en mi opinión, comparte, a partes casi iguales, características de la novela picaresca, la novela de aventuras y el folletín.

La novela nos acompaña a lo largo de innumerables sucesos, aventuras, romances, amores, desamores, encuentros, desencuentros, borracheras, discusiones, festines,  y cualquier otro lance que ocurrirsenos pueda, junto a Tom Jones y a otros muchos protagonistas secundarios de la novela.

En cierto modo, la novela está escrita a imitación de nuestro Don Quijote, obra con la cual comparte bastantes elementos. Los más característico de ellos es la manera tan particular del autor de dirigirse al lector para comentarle cualquier cosa que se lo ocurra respecto al discurrir de la obra, así como la presencia de un sinnúmero de historias laterales y de algunos minicapítulos a modo de prólogo bastante originales.

El argumento sería mas o menos como sigue: Tom Jones, nacido en casa de señor rico sin saber muy bien como, se ve forzado a abandonar su hogar gracias a las malas artes del sobrino legitimo del señor de la casa. Tras múltiples aventuras de todo tipo, Tom vuelve a casa, recupera la herencia, y se casa con la bella Sophia. ¡ Cómo debe ser !. Y todos fueron felices y comieron perdices. A excepción del malvado sobrino,  Blifil.

La primera mitad de la novela me ha gustado mucho: la historia de Tom, sus amores clandestinos con Sophia, la enemistad entre Blifil y Tom y demás aventuras. Pero en cuanto Tom abandona el hogar y el folletín-aventura, o aventura-folletín, pasa a ser más bien picaresca y empiezan a aparecer personajes e historias que a ningún sitio conducen, la novela se ha empezado a hacer pesada.

De hecho, la segunda mitad de la novela ha sido un buen ejercicio de lectura diagonal.

jueves, 30 de mayo de 2013

El Gran Gatsby, Francis Scott Fitzgerald

La relación entre libros y pelis y viceversa, siempre ha dado mucho juego. En este caso, una nueva peli de El gran Gatsby me ha impulsado a hacer una tercera lectura de la novela de Fitzgerald.

Ya había leído la novela en un par de ocasiones y no había conseguido encontrar en ella nada de equello que la ha convertido en eterna aspirante a gran novela estadounidense.

En esta tercera lectura he disfrutudado de la novela y debo decir que mucho tiene que ver con ello el intensivo bombardeo de imágenes y sonidos inolvidables que la gran película de Luhrmann, que ví hace poco más de una semana, me proporcionó.

Debería ser bien sabido que la historia de Gatsby, Jay, es la historia de un triunfador. Jay es un tipo de hipnótico atractivo, sediento de afecto, abrumasdo por una soledad quizá no deseada y enamorado de Daisy, esposa del magnáte Tom Buchanan. La novela discurre por los intentos de Gatsby, tímido e inseguro, de conseguir reanudar su historia con Daisy, interrumpida años atras cuando Jay todavía no era nadie.

Sonrió comprensivamente, mucho más que comprensivamente. Era una de esas raras sonrisas, con una calidez de eterna confianza, de esas que en toda la vida no se encuentran más que cuatro o cinco veces. Comtemplaba, parecía contemplar por un instante el Universo entero, y luego se concentraba en uno con irresistible parcialidad; comprendía a uno hasta que el límite hasta el límite en que uno deseaba ser comprendido, creía en uno como uno quisiera creer en si mismo, y aseguraba que se llevaba la mejor impresión que uno quisiera producir.

En mi opinión, las dos fortalezas de la novela tienen que ver con la capacidad de Fitzgerald como creador de atmósferas y con la elección de Nick Carraway como narrador de la historia.

Fitzgerald consigue recrear, o crear, quién sabe, la atmosfera de los felices 20 en Long Island, con tal maestría que la novela nos atrapa. Además, Nick Carraway, como narrador, es un personaje, secundario en la trama, pero con una relación privilegiada con Gatsby, que consigue transmitir al lector una parte importante de su amor por la figura de Jay.

Si a lo anterior, añadimos un final con fuerte carga dramática y el atractivo norteamericano por el self-made man, atisbaremos algunos de los elementos que han alimentado a lo largo de generaciones el éxito de la novela.

martes, 28 de mayo de 2013

Las tribulaciones de Wilt, Tom Sharpe

Segunda novela de la serie de Wilt. En cierto modo, comparte con la primera novela de la serie virtudes y, quizá, algún defecto.

En mi opinión, lo más grande de esta novela, igual que de la anterior y quizá de las posteriores, es la genialidad, como creación literaria, del delicioso personaje de Henry Wilt. Su mordacidad, su capacidad para el sarcasmo y su habilidad para confundir y desorientar a cualquier representante del genero humano que se le aproxime lo hacen un personaje realmente divertido.

Su esposa, Eva, con su visión ridículamente alternativa y grotescamente moderna de la existencia, potencia la capacidad de Wilt para plantear situaciones insoportablemente estúpidas.

En esta novela nos encontramos con el matrimonio Wilt, acompañado de sus encantadoras y diabólicas cuatrillizas, que, gracias al incomprensible ascenso a jefe de estudisos de su politécnico de Henry, ha ascendido notablemente en la escala social.

Mientras tanto, Henry y Eva, siguen con sus paranoias particulares y, sin saber como, se encuentran envueltos en un delirante secuestro llevado a cabo por un comando terrorista-nihilista-anarquista.

En mi opinión, la novela acierta cuando sigue el discurrir de los pensamientos y sentimienentos de Wilt y nos hace partícipe de la dura crítica al sistema educativo norteamericano y a la hipocresia social de esa gran nación. Pero la novela falla cuando dedica más de la mitad al desarrollo y la conclusión del secuestro citado, que no tiene entidad suficiente para sostener la novela.

jueves, 23 de mayo de 2013

El asesino del canal, George Simenon


Aunque no soy fan de Maigret, me quedé con las ganas de leer alguna de sus historias tras el buen sabor de boca que me dejó Barrio negro.

Así que acabo de leer El asesino del canal. Bueno, en realidad ya hace casi diez días que la terminé, así que estas impresiones van a ser un poco más superficiales y lejanas de lo habitual.

Esta novela está escrita allá por 1931, y es la segunda de la serie de Maigret. Simenon nos cuenta una historia de asesinos y policías, pero esta novela, sobre todo, como casi todas de Maigret, es una historia costumbrista.

Simenon aprovecha un asesinato para mostrarnos, desde dentro, como es la vida en esa región que no se sabe si está en el norte de Francia, en Bélgica o en Holanda, porque podría estar en cualquiera de estos sitios. En esa región la vida discurre entre canales, barcazas y esclusas mientras las bestias se dejan la vida arrastrando mercancías por los canales y los policías todavía se desplazan en bicicleta.

Y el principal mérito de Maigret, o de Simenon, según se mire, es disolverse en la comunidad, para así, describir, desde dentro, con desapasionada intimidad, la vida dura y difícil de la gente del canal.

lunes, 13 de mayo de 2013

Frankenstein o el moderno prometeo, Mary Shelley

Formidable novela.

Curiosamente, no tenía ningún interés por leer esta novela. Quizá el hecho de que la historia sea tan archiconocida por sus versiones cinematográficas, me hacía pensar que ya me sabía la historia. Pero por aquello de que nunca debe prescindirse de los clásicos, hace unos días me puse con ella.

La sorpresa ha sido mayúscula. He disfrutado la historia y he sufrido con Víctor Frankenstein y con el monstruo. Además, la historia es tan sencilla que más que ante una novela, estamos ante un gran cuento.

Víctor Frankenstein, estudioso devorado por el ansia de conocer, se atreve a intentar crear una criatura y a darle vida. Tras mucho esfuerzo, lo consigue. Y antes de que la criatura pueda mostrar su naturaleza, su creador se asusta y la abandona a su suerte. El monstruo, perdido, solo, desorientado, necesitado de dar y recibir cariño, deambula por el país creando pavor entre los hombres. Tras alguna mala experiencia, huye al norte. Allí, se consagrará a estudiar, por una rendija de su casa, a una familia en la cree reconocer a gentes buenas que le pueden ayudar. Tras ingentes esfuerzos, intenta el contacto y de nuevo es rechazado con crueldad. Será la última vez. A partir de entonces, el monstruo dedica sus esfuerzos a encontrar a Víctor y a exigirle que cree una compañera que le permita sentirse vivo. Víctor se niega. El monstruo se encoleriza y destruye lo más querido por Víctor. A a partir de aquí, la historia se torna en una persecución que terminará en muerte y locura.

Los personajes de la historia han conseguido emocionarme hasta extremos dolorosos. Quizá el estar pasando por momentos emocionalmente difíciles haya contribuido a ello. En cualquier caso, la simplicidad de la historia, la primigenia lucha entre el bien y el mal, el conflicto eterno entre amor y desamor, la presencia de la naturaleza violenta y desatada, el sufrimiento y la locura son elementos que confieren a la novela una dimensión muy elevada.

Barrio negro, Georges Simenon

Llegué a esta novela pensando que era de Maigret. O sea, de rebote. Buscando algo ligero y entretenido. Y me he encontrado una gran novela.

Un joven ingeniero, Dupuche, y su esposa, Germaine, llegan a Panamá para hacerse cargo de una explotación minera. Antes de darse cuenta, de manera un tanto kafkiana, se encuentras aislados, olvidados, abandonados y sin dinero.

Poco a poco, la pareja se va abriendo a la ciudad. Antes de que nuestros protagonistas se den cuenta, su relación se desvanece. No llegaremos a saber cómo o por qué, pero Dupuche empieza un viaje a ninguna parte, prescindiendo de todo lo ajeno a su voluntad de cada momento, viviendo con desinhibición y abandono su particular historia de amor con una negra adolescente.

La novela es triste y desasosegante. Pero a la vez, no podemos dejar de leer, arrastrados con Dupuche en su particular desatino.


viernes, 10 de mayo de 2013

El exilio interior (biografía de María Moliner), Inmaculada de la Fuente

Hace tiempo que la figura de María Moliner  me despertaba cierto interés. Quizá por lo leído acerca del extraordinario valor de su diccionario, quizá por saber que del pequeño pueblo de Paniza pudo salir la más grande lexicógrafa española del siglo, quizá por el cariño que le tengo a la biblioteca de la UZ que lleva su nombre.

Cuando hace unos días me llego una oferta de una biografía de María Moliner, para el Kindle, por poco más de dos euros, no lo dudé.

La he leído en pocos días. Realmente, poco hubo en la vida de María Moliner de interés para el público general, excepto aquello que tiene que ver con la creación de su gran diccionario.

María Moliner, aragonesa, de familia culta y modesta, nacida con el siglo, tras estudiar filosofía en Zaragoza y Madrid, aprueba las oposiciones del cuerpo de archiveros. En sus primeros destinos, su modestia y discreción acompañará su trabajo en los archivos de Hacienda.

Será en la segunda república cuando María Moliner se haga un nombre entre la intelectualidad republicana y adquiera responsabilidades acordes con su valía. Lo hará, primero, en las Misiones Pedagógicas y, luego, trabajando en la expansión de la mínima red de bibliotecas por todo el territorio del bando republicano.
Más tarde, tras superar su expediente de depuración, y, probablemente, para dar salida a su caudal intelectual insuficientemente utilizado como bibliotecaria de la Escuela de Ingenieros Industriales de Madrid, María Moliner se vuelca en la creación de su diccionario.

Trabajará en él durante casi veinte años, con tenacidad baturra, para sacar adelante su primera edición, ya cuando Moliner abandonaba la madurez y entraba, poco a poco en su vejez.

La impresión que el lector saca de María Moliner es la de una mujer capaz y consciente de su capacidad pero que a la hora de utilizarla al máximo, tiene reservas de hacerlo. Quizá el machismo imperante, especialmente en el ámbito intelectual, unido a su modestia y discreción, le pesan y le impiden destacar como quizá pudo hacer.

Quedará para la historia su diccionario y su trabajo en la mejora de la red de bibliotecas públicas de la España de entonces.

miércoles, 8 de mayo de 2013

Moll Flanders, Daniel Defoe

A pesar de ser llevada al cine con éxito, Moll Flanders no es una de las obras más reconocidas de su autor.

La novela, en mi opinión, tiene deficiencias claras que le restan valor frente, por ejemplo, a Robinson Crusoe. La mayor de ellas es el estilo narrativo empleado por Defoe. La historia siempre está contada en primera persona, pero de modo indirecto. De este modo, los diálogos más vivos se convierten en un ella me dijo, pero yo le dije y entonces ella pensó que y me dijo que ... y así, hasta el infinito. Obviamente, está manera de presentar los diálogos resta vivacidad a la historia, aunque, afortunadamente, no interés.

Y es que Moll Flanders es una creación literaria realmente notable. Moll es una mujer, nacida pobre, que reniega de su puesto en la sociedad y para alcanzar lo que ella cree que merece no dudará en vulnerar las rígidas normas morales de su época con libertina desenvoltura. La cantidad de aventuras, sentimentales, geográficas y económicas que nuestra heroína vivirá nos dejará asombrados.

Pero además, una vez que Moll consigue vivir como una señora, continua su carrera hacia a delante, siempre pensando en nuevas maneras de aumentar su fortuna. ¿Para qué?. Quizá por simple placer de utilizar su inteligencia y su capacidad. Quizá sea una primera forma de feminismo.

Inevitablemente, llegamos a encariñarnos de Moll y su especial combinación de avaricia y entrega vital.

Otro punto de interés de la novela es el retrato fiel la vida en la Iglaterra del siglo XVIII que Defoe y Moll nos presentan. Entonces, todavía las colonias eran una tierra de destierro y promisión donde se podía hacer borrón y cuanta nueva y enriquecerse en pocos años con solo el sudor de tu frente y un poco de fortuna.


lunes, 29 de abril de 2013

Tren a Pakistan, Khushwant Singh

No frecuento la literatura india, pero esta novela, con su cuidado diseño propio de la colección de los Libros del Asteroide, me atrajo desde el estante de la biblioteca.

Tren a Pakistán, escrita en la década de los 50 del siglo pasado se ha convertido en un clásico de la literatura india contemporánea, si es que puede existir un clásico contemporáneo.

La novela se desarrolla en una pequeña aldea india, poblada desde tiempos ancestrales por indúes, musulmanes y sijs, en los meses de 1947 en los cuales se consumó la partición de la antigua colonia británica en las actuales naciones de India, Pakistán y Bangladesh. Dicha partición trajo consigo, como es bien sabido, episodios de violencia racial y religiosa que supusieron un número de muertos difícil de estimar pero que podría rondar el millón de personas.

La novela intenta arrojar luz acerca del proceso de activación de esos episodios de locura colectiva transitoria en los que los seres humanos, de vez en cuando, solemos caer.

Singh nos presenta un repertorio de personajes locales, muy verosímiles, y hace un desarrollo del drama en varios actos, mientras acompaña a nuestros personajes en el desarrollo de dicho drama.

Tras la lectura de la novela, el lector, al menos este lector, queda convencido de que cuando un determinado hecho histórico se desenvuelve ante nuestros ojos resulta natural seguir la corriente del hecho histórico, sin apenas plantearte si otra opción era posible. Insisto en que lo sorprendente es lo natural que resulta, para un ciudadano del mundo que está inmerso en un hecho histórico cualquiera, dejarse llevar sin ni siquiera plantearse la idoneidad moral de sus acciones o avergonzarse de su cobardía.

Y es en esa incapacidad donde descansa la enorme tristeza de esta novela.

lunes, 22 de abril de 2013

Trainspotting, Irvine Welsh

Trainspotting es la primera novela de Irvine Welsh. El éxito de la novela fue tal, que al poco tiempo se rodó su adaptación cinematográfica. La película tuvo un éxito todavía mayor, por lo que hoy en día se ha convertido en uno de los elementos icónicos de la generación nacida a principios de los 70.

Trainspotting es una gran novela coral. Sus personajes, Renton, Spud, Begbie, Sick Boy y los demás, son tipos cualquiera salidos de los barrios de Edimburgo en los años en los que la heroina segaba vidas y consumía haciendas. Todos ellos son tipos sin expectativas, derrotados por la vida, cosumidos por sus adicciones y sin más ocupaciones que conseguir el próximo estímulo que les impulse un poco más a lo largo de ese trayecto sin destino que es su vida.

La novela es muy triste, pero eso no quiere decir que no haya momentos para la sonrisa e incluso para la risa descarada. Welsh está decidido a poner delante de nuestras narices la fealdad, la cutrez y la mugre del mundo del drogota porque ese es su objetivo, pero no nos dejará solos ante el peligro. Siempre habrá, cerca, a la vuelta de la página, algo que nos mueva a la risa y que nos permita seguir adelante y no dejar, asqueados, la novela. Pero no dejaremos la novela, porque el lector piensa que esta novela, como todas las grandes novelas, nos está contando algo importante.

La tristeza que emana la novela tiene origen en la desesperación con la que los pobres diablos que la protagonizan afrontan su futuro. Rents, Spud y los demás ponen sus esfuerzos en conseguir otro cheque del paro que les permita aguantar hasta que encuentren un curro de mierda que les permita conseguir un nuevo cheque del paro. Y todo ello sin salir de sus barriadas de viviendas sociales.

domingo, 21 de abril de 2013

Emma, Jane Austen

Continuando con Jane Austen, ahora toca  Emma. Probablemente, su mayor creación.

En la entrada sobre Sentido y Sensibilidad ya me extendí sobre lo que la literatura de Austen me sugiere. En el caso de esta novela, Emma, probablemente las virtudes estilísticas de Austen llegan a su cima.

La novela nos cuenta las venturas y desventuras de su protagonista Emma Woodhouse. A la hora de caracterizar a Emma, es habitual hacerlo como jovencita rica o mimada. Yo creo que Emma es más bien una joven inteligente, sabedora de su inteligencia, consciente de su lugar en el mundo y decidida a ocupar ese lugar. Quizá el núcleo ideológico de la novela gravite en torno a la descripción de ese lugar en el mundo. Más bien, en la falta de debate en torno a cual debe ser ese lugar en el mundo.

Para Emma, y quizá para Austen, ese lugar es un lugar en que por encima de todo, están las apariencias y el sentido de comunidad, entendiendo por tal, el hacer exactamente aquello que la comunidad espera de ti.

En el caso de Emma, ella siente que una de sus responsabilidades es ayudar a cada joven, hombre o mujer, sin pareja, a encontrar un marido o mujer que le permita ocupar su lugar en la comunidad. Tan malo es apuntar alto como apuntar bajo. Emma no permitirá ninguna de las dos opciones.

El agumento de la novela recorre los diferentes malentendidos sentimentales que las intuiciones de Emma ocasionan. Como en las demás novelas de Austen, lo interesante no es lo que pasa, sino cómo Austen nos cuanta cómo los personajes sienten lo que pasa.
La galería de personajes memorables es amplia. Además de la propia Emma, mencionaré a su padre, Mr.Woodhouse, de un egoismo enternecedor, y Mr.Knightley, modelo ideal del caballero inglés, quizá un pelín cínico.

Algunos críticos indican que el punto débil de la novela es su final, en el cual Austen comete la debilidad de casar a Emma con Mr. Knightley, lo cual, en apariencia supone una renuncia de Emma a sus valores y puntos de vista. Para valorar este punto hay que tener en cuenta que los estudiosos suelen ver en Emma un trasunto de la propia Jane y en Mr.Knightley un compendio del hombre ideal según la propia Austen.

En conclusión, una novela de gran interés, que debe ser leída con atención para que la fina ironía de la autora no se nos pase por alto. Además, la única manera en la que el lector puede aproximarse a conocer los auténticos puntos de vista de Jane Austen es seguir la pista de sus comentarios irónicos, cuando no mordaces, hacía determinados personajes.

jueves, 4 de abril de 2013

El juego de Berlín, Len Deighton

Len Deighton es uno de mis autores de novelas de espionaje preferidos. Aunque solo he leído dos de sus novelas, auguro una fructífera relación autor-lector entre Deighton y un servidor.

Deighton es un autor de cierto prestigio en el mundo del espionaje. No está a la altura de los grandes maestros Le Carré y Greene, pero es un autor sólido. Sus novelas nos describen con acierto el sórdido mundo del espionaje con ciertos visos de verosimilitud. En sus relatos conocemos sujetos estoicos y descreídos, ciudades sucias y excitantes, y vivimos misiones importantes y peligrosas.

El juego de Berlín, que será seguida por El set de México y El partido de Londres, está protagonizada por Bernard Samson, el espía más famoso de Deighton, que aparece en bastantes de sus novelas. Samson es un espia británico, no tan astuto y complejo como el Smiley de Le Carré, pero más pegado al terreno.

Pese a que los tiempos de gloria de Samson pasaron hace mucho, desde su escritorio en Londres, Bernard se ve obligado a viajar al Berlin del Muro para sacar de allí a Brahms 4 , un agente quemado que corre peligro. La trama se complicará con la existencia en Londres de un espía doble que hace más dificil el trabajo de Samson y añade tensión emocional a la novela, ya que, al final, acabamos descubriendo que Fiona, la mujer de Samson, es dicha espía doble.

sábado, 30 de marzo de 2013

Sentido y sensibilidad, Jane Austen

De vez en cuando, es necesario volver a los clásicos. En este caso, Austen y su Sentido y Sensibilidad.

Cualquier manual de literatura nos dirá, al abordar a Austen, que sus novelas, además de estar primorosamente escritas, se desarrollan en un ámbito muy reducido, tanto en lo geográfico como el lo temático. Y es que sus novelas, habitualmente discurren en torno a pequeños núcleos rurales ingleses y abordan únicamente cuestiones propias del desarrollo sentimental de sus protagonistas.

Esto puede parecer una crítica, pero el hecho es que, pese a lo anterior, las novelas de Austen son leídas con placer doscientos años después de sus escritura. Y ello, en mi opinión, no porque el lector se reconozca en alguna de sus heroínas protagonistas o en sus peripecias, sino porque sus novelas se disfrutan con los sentidos, como si fueran miniaturas exquisitamente pintadas, a la vez que el talento de su creadora apela a nuestra razón para su reconocimiento. Al fin y al cabo, aunque hubo escritoras de éxito antes que ella, Jane Austen fue la primera que unió a su éxito un indiscutible talento que le hizo pasar a la posteridad.

En esta novela, escrita cuando Jane, que murió muy joven, era todavía más joven, seguimos los amores y desamores de las hermanas Dashwood. Marianne, la mediana, todo ardor y temperamento, y Elionor, la mayor, más juiciosa y reposada. A veces es inevitable tener cierta sensación de folletín cuando leemos las conversaciones entre cualesquiera de sus personajes pero siempre son necesarias pocas páginas para encontrarnos en un pasaje en el que, sin nada extraordinario que narrar, Austen consigue emocionarnos con su talento y convencernos de que el mundo es un lugar más acogedor gracias a sus novelas.


viernes, 22 de marzo de 2013

La trilogía de Nueva York, Paul Auster

Esta obra permitió a un desconocido escritor, de nombre Paul Auster, convertirse, de la noche a la mañana, en autor de culto a ambos lados del atlántico.

 La trilogía está formada por Ciudad de cristal, Fantasmas y La habitación cerrada, tres novelas cortas diferentes pero con algo en común. ¿Cómo explicar qué es ese algo compartido por las tres historias?. Quizá intención sea la palabra adecuada.

Los tres relatos que forman la ciudad de cristal intentan confundir al lector, sacarlo de su zona de confort, someterlo a una cierta tensión intelectual derivada del intento de establecer cual es la relación entre las tres obras de la trilogía, si es que hay alguna.

Pero el presente no es menos oscuro que el pasado y su misterio es igual a cualquier cosa que nos reserva el futuro. Así es el mundo: un paso después de otro, una palabra y luego la siguiente.

Auster juega a sembrar el relato de elementos que establecen comunicación entre las diferentes historias: personajes, objetos, sucesos, actitudes, temática.... Por otro lado, esta intercomunicación es solo esbozada, nunca aclarada y, por tanto,  sumerge al lector en una atmósfera de extrañeza ante el modo en el que de desarrolla la historia.

Alguno de los temas que esta obra afronta son el azar, la identidad y la paranoia. También es destacable el gusto del autor por la metaficción. Abundan las historias dentro de la historia. O las historias acerca de la historia, así como las digresiones acerca de los temas más inesperados.

En definitiva, tres novelas recomendables. En mi opinión, especialmente Ciudad de cristal y La habitación cerrada.

domingo, 17 de marzo de 2013

Historias de Nueva York, Enric González

Sigo preparando el viaje a NY. En este caso con un libro-crónica escrito por el periodista de El País Enric González.

Este libro es breve y se lee con facilidad. González nos permite recorrer con él las calles de Nueva York a la vez que nos cuenta lo que a él le parece de interés: a veces dónde comer la mejor hamburguesa, o la historia de los Mets y de los Yankees , o sus desventuras a la busca de apartamento en Manhattan.

Las urbanizaciones de casas iguales para gente igual que piensa igual generan ignorancia y paranoia.

El texto siempre resulta entretenido, irónico y amable para el lector, aunque es poco lo que se saca en forma de sugerencias o ideas para la visita.

En mi opinión, el libro adolece de falta de solidez.

viernes, 15 de marzo de 2013

Ventanas de Manhattan, Antonio Muñoz Molina

El académico Muñoz Molina vive a caballo entre Madrid y Nueva York. Para él, la escritura es una necesidad fisiológica más, igual que parece serlo la música o la lectura. Así que haciendo virtud de la necesidad, aprovechó algunos de sus primeros viajes para escribir una serie de crónicas/retratos de la gran manzana. Esos relatos han quedado recogidos en este libro, Ventanas de Manhattan.

Ataqué el libro buscando en él una peculiar guía de viajes que me permitiera preparar el viaje a NY. Sin duda, el libro es otra cosa. Es más una colección desordenada de impresiones que la ciudad y sus gentes provocan en el autor que una relación de lugares que ver o de cosas que hacer.

Tras la lectura, no puedo menos que envidiar el conocimiento, el gusto y la pasión que Muñoz Molina pone en la música. No es que sea mayor que el que pone en la literatura pero, en cierto modo, yo no ando escaso de gusto y pasión por los libros. Es un placer leerle perorar sobre Haydn, Cole Porter o George Gershwin. Es un placer raro, y muy especial, el que se obtiene de leer o escuchar a alguien que sabe de algo que tu no sabes pero que te gustaría saber. Realmente no es un saber, es más un moverse en el mundo, una cierta actitud vital.

El libro deja un regusto de amor por el aprendizaje, la exploración  y el disfrute de cualquier forma de conocimiento o de experiencia artística. Y algunas escenas perdurarán en mi memoria, como Muñoz Molina asomado a la ventana viendo ensayar, a través de dos cristales y algún centenar de metros, a un quinteto de viento en la Juilliard School. O a Muñoz Molina perderse en el interior de uno de esos bares de Hopper.

martes, 5 de marzo de 2013

Wilt, Tom Sharpe

No suelo leer libros de humor. De hecho, la propia categoría libro de humor me suena un poco extraña. No suelo leer para reírme. Así de soso y de extraño soy.

Pero, no se cómo ni por qué,  hace unos días me vi comenzando la primera de una de las series de novelas más conocidas de la literatura actual: Wilt, de Tom Sharpe.
La novela me ha gustado mucho. Muy divertida y provocadora. Además, el humor de Sharpe, bueno o malo, me hace sentirme cómodo disfrutando de él. Nada trivial, ni chusco, ni escatológico ni vergonzante. Humor inteligente. Aunque supongo que aquel humor que nos gusta siempre nos parece inteligente.

Wilt se dedica a dar clase de literatura en una Escuela de Artes y Oficios a Carne 2, Yeseros 1, Instaladores de Gas 3 o Secretarias 4. Su trabajo le pone en contacto con el lado bárbaro de la vida y en casa, Eva, su entusiasmática esposa, no le pone las cosas fáciles. Wilt fantasea con asesinar a su esposa y Eva fantasea con cada novedad vital que aparece en sus cercanías. La cuestión es que sin saber muy bien cómo, Wilt es acusado de asesinato mientras Eva recibe gustosa su bautismo lésbico y una muñeca hinchable es objeto de la atención de la policía. El enredo es constante y las situaciones, entre surrealistas y escandalosas, se suceden de manera constante.

La novela me ha parecido divertida y recomendable.


miércoles, 20 de febrero de 2013

American Psycho, Bret Easton Ellis

Patrick Bateman es uno de los personajes de ficción que más honda huella me ha dejado. ¿Por qué?. Quizá por su cinismo más allá de todo límite. O por su absoluto vacío existencial.

Hoy estaba obsesionado con la idea de mandar por fax la sangre que saqué de la vagina de Sarah y enviarla a la oficina del Chase Manhattan donde trabajaba, y no lo he hecho porque esta mañana me he hecho un collar con las vértebras de algunas de las chicas y me apetecía quedarme en casa y ponérmelo en el cuello mientras me masturbaba en la bañera de mármol blanco del cuarto de baño.

Patrick es un nihilista que vive para y por la violencia. Para él solo hay algo tan importante como una buena dosis de violencia y ese algo es el orgullo que siente de estar donde está: en Wall Street, la cima del mundo para Bateman y los yuppies de finales de los 80.

En la novela, Bateman, en primerísima persona, nos explica su día a día, abundando en largísimas descripciones y/o explicaciones de aquellos elementos que dan sentido a su mundo: las marcas de ropa que viste, los restaurantes en los que intenta conseguir mesa, los mendigos a los que atormenta, las sesiones de sexo y violencia con las que llena su vida, la evolución musical de los artistas a los que admira y cosas por el estilo.

La historia está bien contada, tiene interés y Bateman es un personaje de cierto atractivo, pese a su despreciable cualidad moral.

La novela nos habla de la porquería de mundo en el que vivimos, en el que un joven de buena familia, pasado por Harvard, en la flor de su juventud, capaz de ganar 200.000 dolares al año, no tiene mayor interés que torturar hasta la muerte a cualquier chica guapa que se le cruce por delante, sin el menor asomo de piedad, lástima o remordimiento. Esta novela es una crítica a cierto modo de vida que, cuando la novela se publicó, era aquel al que tanto en Europa como en Estados Unidos aspiraban los jóvenes ejecutivos. Hoy en día, aunque no ha desaparecido, ese modo de vida suscita cierto rechazo en muchos ámbitos sociales.


viernes, 15 de febrero de 2013

Un trago antes de la guerra, Dennis Lehane

Esta es la primera novela de Dennis Lehane, uno de los autores de literatura negra más reconocidos del momento.
La novela se desarrolla en Dorchester, suburbio pobre y violento de Boston donde creció Lehane.

La novela resulta extraordinariamente violenta, con una trama de interés, no demasiado complicada y sustentada en la especial relación entre los dos detetives privados protagonistas, Patrick Kenzie y Angela Gennaro. Otra vez se cumple elprincipio por el cual, una vovela negra o policiaca tiene interés solo si además de la trama puramente policiaca que sustenta la novela, exixte un desarrollo adicional en le que el protagonista o los protagonistas, dan curso a algún plano de su vida personal.
Arde los Ángeles, y otras ciudades tienen un fuego latente, esperando que aparezca la manguera que arroje gasolina sobre las brasas. Escuchamos a políticos que alientan nuestro odio y nuestros mezquinos puntos de vista y nos dicen que hay que volver a lo fundamental mientras toman el sol en sus casas de la playa escuchando el ruido de las olas que silencia los gritos de los ahogados.

Kenzie y Gennaro son contratados por tres políticos para recuperar unos papeles robados por una asistenta desaparecida. En la búsqueda, KyG acabarán  entrando en conflicto con los dos reyes mafiosos del momemto en Dorchester: Socia y Roland, padre e hijo respectivamente. En medio de esta guerra de bandas, KyG se mueven con dureza no exenta de habilidad a la vez que K pretende a G e intenta que ésta abandone a si marido maltratador.

Esta obra llamó tanto la atención en su momento que ha dado lugar a una serie de referencia para los aficionados al género.

jueves, 14 de febrero de 2013

Robinson Crusoe, Daniel Defoe

Releyendo los clásicos. Defoe publicó su Robinson en 1719, por lo que de pocas novelas se puede decir que sean anteriores. De las conocidas por el gran público, El Quijote y los viajes de Gulliver.
30 de septiembre de 1659. Yo, pobre y miserable Robinson Crusoe, habiendo naufragado durante una terrible tempestad, llegué más muerto que vivo a esta desdichada isla a la que llamé Isla de la Desesperación, mientras que el resto de la tripulación del barco murió ahogada.
Algunos clásicos de la literatura llegan a superar esa categoría y se convierten en algo así como cosas que siempre han estado ahí, incluso fuera de los libros. De hecho, cuando relees el Robinson, más que releer el libro te reencuentras con Robinson, como te reencuentras con alguien a quien hace mucho que no ves pero de cuyas andanzas nunca has dejado de estar al corriente.

En el caso de esta novela, me llama la atención el racismo que destila el protagosnista en cada una de sus acciones o de sus reflexiones. Quizá esté abusando del lenguaje al calificar a Robinson de racista ya que no tiene mucho sentido hacer hoy una evaluación moral de acciones llevadas a cabo hace cuatro siglos. En cualquier caso, asombra el convencimiento de Robinson de su supremacía sobre los salvajes, su crueldad con los animales, su afán por someter a la naturaleza y su fanatismo religioso.

La novela resulta entretenida, aunque en ocasiones el relato de sus acciones, encaminadas a ocultar su vivienda, a explorar su isla o a cultivar sus cerelaes, resulte un tanto pesado.

domingo, 3 de febrero de 2013

El ciclista, Tim Krabbe

Pese a conocer razonablemente el panorama literario, pasado y presente, todavía es posible leer una novela desconocida de un autor desconocido. Y además, ha resultado una buena novela. Un tema menor, pero una buena novela.

Tim Krabbe fue, además de periodista y escritor, muy buen jugador de ajedrez y buen corredor ciclista, a pesar de empezar a correr a los treinta años.

Esta novela, de tintes autobiográficos, nos cuenta una carrera, el Tour del Mont Aigoual, desde dentro. La novela es solo eso, el relato de Krabbe, desde la cabeza del pelotón, o desde su cola, o desde la soledad del corredor escapado, del desarrollo de la carrera y de las impresiones y reflexiones de un corredor. En este caso el propio Krabbe.

Probablemente la novela no tenga interés excepto para un aficionado al ciclismo, pero para mi ha resultado muy interesante.

Además, la novela está repleta de anécdotas y de historias reales de ciclistas y de carreras de los años 60 y 70.

En resumen, una lectura entretenida, fácil breve y muy ilustrativa sobre la agonía del ciclista en una carrera.

martes, 29 de enero de 2013

El tango de la guardia vieja, Arturo Pérez-Reverte

La última novela de Pérez-Reverte, como siempre, interesante, documentada y bien escrita. Nada más. Y nada menos.

El tango de la guardia vieja nos cuenta una clásica historia de amor-desamor entre Max Costa, galán sin medios y ladrón ocasional que aprovecha su apostura y distinción natural para vivir a costa de los demás, y Mecha Inzunza, esposa de un músico de éxito y bellísimo animal, como el propio Max diría.

La historia narrada ocurre en tres momentos bien diferenciados, pero se narra de manera entreverada, pasando continuamente de un escenario a otro.

Max y Mecha se conocen en el transatlántico Cap Polonio, rumbo a Buenos Aires en algún momento en torno a 1920. Max es un bailarín que entretiene a las señoras del barco y Mecha y su marido son pasajeros del mismo. El común interés del marido de Mecha y de Max por el tango permitirán a Max y Mecha iniciar la relación que se desarrollará a lo largo de la novela.

Mas tarde, durante la segunda guerra mundial, Max y Mecha coinciden, casualmente, en Niza. Allí, él intentará robar, por encargo, unos papeles importantes para los gobiernos italiano y español.

Al final, en Amalfi, ya sexagenarios, nuestros protagonistas se vuelven a encontrar. A Max le ha abandonado la fortuna y, abandonado sus sueños de grandeza, se gana la vida como chófer. Al final se ha convertido en chófer de si mismo. O, mejor, en chófer de lo que a él le hubiera gustado ser. En Amalfi, por amor a Mecha, o a su hijo (el de Mecha seguro, quizá el de Max) o a si mismo, vuelve a las andadas para robar cierto libro de interés para Mecha.

El estilo de Pérez-Reverte, es ágil a la vez que preciso, y sus novelas siempre son agradables de leer. Además, tienen el interés añadido de meterte, siempre, en un mundo desconocido para el lector. En esta novela es el mundo de los transatlánticos y del tango. Y desde luego, ahí ,Pérez-Reverte se luce en su labor de documentación.

Concluyendo: novela de interés, fácil lectura y escrita con tino.