domingo, 28 de julio de 2013

Las grandes familias, Maurice Druon

Quizá, lo mejor que se puede decir de una editorial es que da prestigio a sus libros, y no al revés, como suele ocurrir. De hecho, acabo de leer Las grandes familias, solo por que la editorial, por lo que he leído de ella, me parece garantía de calidad. Además, el aspecto de sus novelas es muy atractivo y eso hace que cuando curioseo por las bibliotecas en busca de lectura, Los Libros del Asteroide siempre acaban capturando mi atención.

Maurice Druon es un gran hombre de letras en el país de nuestros vecinos del norte y Las grandes familias es una se sus grandes novelas. Esta novela nos cuenta una historia de lucha por el poder, de odios familiares, de ambiciones satisfechas y de deseos insatisfechos. Todo ello en el París de entreguerras, mientras la clase dominante, la aristocracia, va perdiendo terreno frente a la burguesía industrial, que se acabará convirtiendo en la élite económica hegemónica en Francia hasta nuestros días.

La narración es ágil, directa y más breve de lo habitual en novelas con tantos personajes. Además, Druon consigue que nos sintamos siempre cerca del centro de la acción, de una manera natural y próxima a los personajes, planteados de manera una tanto esquemática pero muy eficaz.

Una novela notable.


martes, 23 de julio de 2013

Pregúntale al polvo, John Fante

Otra novela de Bandini. Yo creía que es la tercera, pero no estoy seguro, porque no parece estar claro qué obras y en qué orden constituyen la serie.

Nos encontramos a Bandini en Los Ángeles, viviendo en una pensión, consagrado a la escritura y dedicando todo su esfuerzo a crear esa gran obra que le llevará al Olimpo de los literatos. Mientras tanto, Bandini se enamora de Carmela López, una camarera mejicana que, a su vez, está enamorada de un compañero de trabajo.

Al principio de la novela, Bandini es el personaje despreciable, irascible y violento que ya conocemos de otras novelas de la serie. Pero, poco a poco, el amor no correspondido de Bandini por Carmela transforma a Arturo y lo convierte en un tipo más humano, que, impulsado por su necesidad de cariño, deja salir a la superficie la indudable bondad que tiene en su interior.

Lo novela tiene un cierto aire épico, otorgado por la complejidad emocional de los protagonistas y por la violencia de las pulsiones que los mueven. Carmela es una mujer sedienta de cariño, desequilibrada y con fuertes tendencias autodestructivas. Bandini, en cambio, se mueve por su afán de trascendencia. Pero para él, trascender es convertirse en leyenda de la literatura. Nada más importa. Ni sus apuros económicos, ni sus carencias afectivas, ni sus desengaños amorosos. Bandini vive consagrado a la búsqueda de su gran obra con la intensidad del monomaniaco.

El desenlace de la novela alcanza una gran altura dramática. En él, Bandini hace un último intento, en el que no duda en poner toda la carne en el asador, de redimir a Carmela y, por el camino, redimirse el mismo.

lunes, 22 de julio de 2013

Espera a la primavera, Bandini. John Fante

Segunda novela de la tetralogia de John Fante sobre su alter ego Arturo Bandini. Segunda en orden de escritura, última en orden de publicación y primera en orden cronológico. ¡ Qué lio!.

En esta novela se nos da a conocer a la familia Bandini, formada por Svevo, albañil inquieto y ambicioso, María, madre cariñosa y católica feroz, Arturo, hijo mayor, violento y romántico y los hermanos pequeños, August y Federico.

Los Bandini, emigrados italianos, viven en Colorado, donde en invierno hace mucho frío y, por eso, Svevo no tiene trabajo. Estamos en la gran depresión y la pobreza atenaza a los Bandini.

Todos los personajes de la novela sufren de cierta ciclotimia y oscilan entre diferentes polos emocionales, lo cual hace que sus comportamientos sean difíciles de comprender. Quizá esto de a la novela riqueza y complejidad.

Tanto Svevo como María y Arturo son personajes interesantes y ricos, sometidos a tensiones emocionales fuertes. En el caso de Svevo, por su insatisfacción ante la vida que proporciona a su familia y su ambición no satisfecha de hacer "grandes cosas" en la vida. Para María, la pobleza la obliga a humillarse constantemente ante los tenderos y ante sus propios hijos y, además, sufre permanentemente por la perdición y la condena de Arturo y Svevo. Arturo, oscila entre la euforia y el amor más loco por Rosa Pinelli y los ataques de furia y amor-odio hacia su padre y su madre, que, en su opinión, casi nunca afrontan la vida con la entereza que esta exige.

La narración es directa, cruda, realista, muy veraz y emotiva. Nos mete en el día a día de la vida de los Bandini y nos emociona con su humanidad y su sufrimiento.

Una novela muy interesante, bastante mejor que Viaje a Los Ángeles, pero no tan buena, dicen las críticas, como Pregúntale al polvo.

jueves, 18 de julio de 2013

El honorable colegial, John Le Carré

Otra novela del agente Smiley. En este caso una de las menos conocidas.

Nos encontramos con Smiley, jefe del Circus, empeñado en la noble tarea de reconstruir el espionaje británico tras el asunto Haydon (contado en El Topo, la novela anterior) y obsesionado con dar un golpe de efecto que permita rehabilitarese a la organización y prestigiarse ante los primos.

Como siempre, complejísima trama, desarrollada  a lo largo de más de 600 páginas de escritura brillante, a veces un poco hermética, como si hubiera sido escrita solo para iniciados en el noble arte de la lectura de las obras de Le Carré.

En este caso, la historia, que muestra cierta continuidad con El Topo, y que se verá culminada en La gente de Smiley, nos lleva a Hong Kong, todavía colonia británica. Allí, Jerry Westerby, el honorable colegial, se jugará el pellejo, en la mejor versión del héroe romántíco, por sacar adelante la operación de Smiley, pero también por hacer de su vida algo valioso, tras enamorarse de la bella Liese.

Realmente, el protagonisa de la novela es el entrañable Westerby que se hace querer por el lector por su mezcla de inocencia y astucia, de sentido del deber y de capacidad de abandonar todo para satisfacer sus instintos.

En cuanto a Smiley, pese a ser una presencia constante en la novela, el autor no pono el foco sobre él en ningún momento, pero el personaje queda perfectamente retratado, aunque siempre a través de una bruma de indefinición, reflexión y ausencia. El genio de Smiley es tal que siempre conduce la operación por el único camino posible, con maestría indiscutible y ganándose la adoración incondicional de sus hombres.

Una gran novela, compleja, que hay que intentar leer rápido y que nos hace una descripción vívida del funcionamiento del mundo del espionaje y de la vida en la colonia cuando el imperio terminaba de desmoronarse.

domingo, 14 de julio de 2013

La atadura, Vanessa Duries

La atadura se ha convertido en obra de culto entre la novela erótica contemporánea.

Tras haberla leído y tras saber que su autora muríó en accidente de trafico unos meses después de la publicación de la obra, con apenas veinte años, me pregunto cual será el motivo de el ascenso de la obra al Olimpo de las obras de culto: ¿su calidad o la muerte de su autora y las circunstancias que la acompañaron?.

La atadura nos conduce, en compañía de su protagonista Laika, de viaje a los incómodos pero sin duda interesantes rincones personales en los que habitan nuestras fantasías, nuestras filias y parafilias y nuestras fobias sexuales.

Laika es una joven que se ve realizada por medio de la práctica del sadomasoquismo y de su relación amo-esclava con su amante Pierre.

La novela tiene valor como intento valiente de mostrar la cadena de pensamientos, sentimientos y acciones que permiten a una persona convertir el dolor y la sumisión en combustible que la impulse a una evolución hacia una versión de ella misma más consciente de su lugar en el mundo.

También es interesante el intento de Vanessa Duries de mostrar como el dolor puede ser la otra cara del placer y como la humillación y la sumisión pueden conducir a una libertad más plena.

La novela es breve, directa, procaz, a ratos repetitiva, pero interesante, como lo es todo aquello que pone ante ti una realidad desconocida, por desconcertante que esta experiencia pueda resultar.

martes, 9 de julio de 2013

Camino de Los Ángeles, John Fante

Ya se sabe que los libros y los autores son como las cerezas. Unos nos llevan a otros. Sabes cómo empiezas pero no donde vas a terminar.

En este caso, llegué a Fante a través de Bukowski. Podríamos decir que Fante, ya muerto, fue unos de los iniciadores del realismo sucio, mientras que Bukowski, probablemente, representa su máximo exponente.

Además, hay que tener en cuenta que Fante escribe en los años 30 y 40 del siglo pasado, por lo que su tratamiento del sexo y de la violencia es muy diferente al de Bukowski, que escribió 30 años más tarde. Los cambios sociales en cuanto a nuestra relación con el sexo y la violencia ocurridos entre los años 30-40 y los años 60-70 del siglo pasado en las sociedades occidentales han sido asombrosos.

Camino de los Ángeles es la primera de las novelas de Arturo Bandini, su personaje más conocido. Podríamos decir que Arturo Bandini es a Fante como Henry Chinasky es a Bukowski.

La novela es autobiográfica, en mayor o menor medida, y nos conduce a través de los primeros años de Bandini-Fante. Bandini es un joven agresivo, rebelde e intolerante, alienado por sus lecturas no digeridas de Schopenhauer, Nietzsche y Spengler, que convencido de su talento y su superioridad moral e intelectual sobre la plebe, vaga sin rumbo por una existencia llena de frustración y rabia.

Tras unos años de empleos mal pagados y continuos enfrentamientos familiares, Bandini abandona el hogar y se dirige a Los Ángeles donde, está convencido, escribirá su gran novela y mostrará al mundo su talento.

Echo a faltar en la novela un punto de sentido del humor que haga soportable la figura de Bandini. Arturo Bandini rebosa desprecio hacia los demás y, a cambio, no nos ofrece mucho, así que llega a convertirse en un personaje dificil de soportar.

A pesar de lo cual, continuaré leyendo alguna novela más de Bandini. Al menos, la más famosa: Pregúntale al polvo.

Los novios, Alessandro Manzoni

Los novios, aunque poco leída en España, es uno de los grandes clásicos de la literatura del siglo XIX. Esto es especialmente cierto en Italia, donde Los novios es leída en cada escuela del país y es considerada como la máxima joya novelística de su literatura nacional.

Los novios es una novela historica. Hoy en día, colocar el adjetivo histórica delante de una novela es sinónimo de devaluar el contenido de la novela, pero no siempre ha sido así. De hecho hubo un tiempo en el que los grandes novelistas, pongamos como ejemplo a Scott o al mismo Manzoni, escribían novela histórica con ambición de escribir una gran novela.

La novela nos cuenta la historia de Renzo y Lucía, enamorados que por diversos azares que escapan a su control, tras ver impedida su boda, emprenden una serie de peripecias, cada uno por su lado, hasta que tras grandes desventuras, consiguen reunirse de nuevo para ver su sueño cumplido.

La novela es original, ya que va poniendo el foco en los diversos personajes de manera sucesiva, acompañandolos en el tiempo, sin simultanear las acciones y abandonando a los protagonistas durante centenares de páginas, repletas de digresiones acerca de los más variados temas, algunas de ellas de gran interés. Otras más prescindibles.

Resulta especialmente valioso el retrato de una gran ciudad y sus habitantes en episodios de peste (Milán, 1630) y carestia de alimentos básicos, de gran rigor histórico y, en general, la recreación del modo de vida del norte italiano en el siglo XVII.

En caso de ser necesario, se podría decir alguna cosa negativa de la novela. Por ejemplo, que los buenos son muy buenos, los malos son muy malos, y que al final, hasta los malos se hacen buenos y todos felices comiendo perdices. Un poco como un cuento infantil, eso sí, espléndidamente novelado.