domingo, 30 de julio de 2017

La viuda negra, Daniel Silva

Daniel Silva es un gran escritor de thriller. Thriller de actualidad, de política, de espionaje. Ya me entiendes...

Sus novelas están bien escritas y documentadas. Sus temas son actuales. El ritmo de sus novelas es bueno, aunque su protagonista, Gabriel Allon, es un pelín poco creible...

Pese a todo, disfruto sus novelas, pero no consigo revivir aquellas sensaciones maravillosas que me llenaban cuando transitaba por primera vez por El cuarto protocolo, o Odessa, o Chacal, o....

Quizá tenga algo que ver que ya no tengo 18 años, ni 28 ni 38.

Saladino es el terroroista del ISIS más listo y sanguinario que imaginarse pueda. Con la intención de abortar próximos atentados, Allon intentará infiltrar a una joven judía en el corazón de su red. La aventura tendrá un éxito limitado.

Quien haya leído La chica del tambor, encontrará grandes semejanzas en la línea argumental de la novela.

sábado, 29 de julio de 2017

La chica del tren, Paula Hawkins

Puro blockbuster.

Como siempre, en verano apetece más leer algo ligero y adictivo. Vi la cubierta de este libro y me llamó la atención.

Un pequeño juego de engaños alrededor de un par de asesinatos.

Se lee rápido y con interés. La idea es original.

Poco más. No todos los veranos es posible dar con una joya del entretenimiento como Soy Pilgrim. Si así fuera, el mundo sería un lugar todavía más agradable.

jueves, 27 de julio de 2017

Asesinato de calidad, John Le Carré

La segunda novela de Smiley, todavía en los albores de la carrera literaria de Le Carré.

Parece que el escritor, buscaba con esta historia policiaca, el éxito comercial que la primera novela de Smiley no le había proporcionado.

Lo mejor, la recreación del rancio college de Carne y de inimitable claustro. Todos viviendo la vida con un siglo de retraso.

Lo demás, una buena historia policiaca.

martes, 25 de julio de 2017

La leona blanca, Henning Mankell

Tercera aventura Wallander.

En este caso la historia cambia un poco de escenario: una parte se desarrolla en Suecia, pero otra parte muy importante se desarrolla en la Sudáfrica del apartheid.

Wallander, agotado y deprimido, por casualidad se choca de bruces contra una conspiración para asesinar a Mandela y provocar la guerra civil en Sudáfrica.

Wallander solo tiene alguna pieza del puzzle, así que nunca será capaz de captar la totalidad del desafío al que se enfrenta. Pero su buen trabajo conseguirá, como siempre, que triunfe el bien y perezca el mal.

En medio de todo, la depresión se agudiza, el amor por Baiba Liepa sigue su curso, todavía subterráneo, Linda es puesta en peligro y el padre de Wallander sigue empeñado en casarse.

Historia bien contanda, como siempre. Quizá le falta verosimilitud en algunos elementos. A cambio, el retrato de los desafíos a los que se enfrenta la Sudáfrica de los últimos años del apartheid es muy interesante.

domingo, 16 de julio de 2017

Los perros de Riga, Henning Mankell

Segunda novela de la serie Wallander. No tan buena como la primera.

Tras recibir a un par de cadáveres dentro de un bote a la deriva, la historia llevará a Wallander a Letonia, donde tendrá que pelear con las estructuras policiales de un país todavía totalitario, para desentrañar una potente conspiración.

Puntos fuertes: la descripción de Letonia, sus tensiones internas y externas y el proceso de transformación al que está sometida. Hay que tener en cuenta que estamos en los primeros años 90 del siglo pasado.

Puntos débiles: la historia es un pelín rocambolesca. Wallander abandona su valioso realismo.

miércoles, 12 de julio de 2017

Asesinos sin rostro, Henning Mankell

Como siempre, en verano da pereza abordar lecturas sesudas y un poco de remordimiento gastar el valioso tiempo estival en probar cosas nuevas. Así que, con frecuencia, paso la canícula releyendo historias ya leídas.

Este verano, vagando indeciso por mi Kindle, no pude evitar la tentación de releer a uno de mis autores preferidos: Henning Mankell.

Así que aquí estoy, con la primera de las novelas de Wallander.

Suelo tener poco éxito en mis recomendaciones, pero por eso no dejo de intentarlo. Creo que se lo he recomendado a todo mi circulo próximo. Henning, me debes una.

A lo que vamos . Asesinos sin rostro es una muy buena novela policíaca. Un par de ancianos son asesinados con inusitada violencia en una comunidad rural. La investigación se eterniza, mientras se siguen multitud de pistas falsas. Al final, tras unos cuantos meses, el trabajo se centra en la comunidad de refugiados políticos y en el móvil de robo.

Como novela policíaca, es notable por su ritmo, la riqueza de la trama, el realismo y el desarrollo de los personajes principales. Pero esa es solo la primera lectura de la novela. Hay unas cuantas más. Sin ánimo de ser exhaustivo...

1. Relaciones personales. La dificultad del protagonista, Wallander, recién salido de una ruptura sentimental, para establecer una correcta relación, tanto con su padre, como con su hija.
2. Trabajo policial. En un escenario de recortes y de creciente conflictividad social, la dificultad de la policía para abarcar todas las responsabilidades que recaen sobre ellos.
3. Inmigración. Dudas sobre el control que el estado sueco ejerce sobre las fronteras de su país y sobre el flujo de emigrantes y/o refugiados.
4. El trabajo. El trabajo policial es trabajo en equipo, con sus dificultades y sus grandes satisfacciones.
5. Medios de comunicación. La presión insaciable de los mass media por la información, en tiempo y forma, y sus posterior trivialización y manipulación.
6. Cambio social. Wallander, en esta novela, frisa la cuarentena, y ya percibe, de manera constante, la aceleración progresiva de los cambios sociales y su incapacidad para mantener el ritmo.

En resumen, en esta novela escrita a principios de los 90 del pasado siglo, el astuto Mankell ya veía con claridad en la sociedad sueca muchos de los problemas que  entonces ni se vislumbraban en España, pero que ahora y durante las próximas décadas van a estar de actualidad.

Aquí no se agotan las novelas de Wallander, pero como pienso seguir con ellas, volveré sobre estas cuestiones.

martes, 4 de julio de 2017

El fantasma de Harlot, Norman Mailer

Otro hijo buscando la aprobación y el reconocimiento de su padre...

Gran novela de Norman Mailer.

Norman Mailer debía ser un tipo un tanto megalomaniaco, impetuoso, como un torrente... Y, a veces, su literatura es así.

En el caso de El fantasma de Harlot, estamos ante una novela desbordante... y desbordada. Por su ambición sin límites: nada más y nada menos que una historia novelada de la CIA

Por si eso fuera poco, sobre esa historia novelada se teje otra historia muy intimista en forma de cuadrángulo amoroso y no amoroso.

Cal Hubbard. Oficial de alto rango, ambicioso y siempre jugando a varias barajas. Como todos es esta novela.

Harry Hubard. Digno hijo de Cal. Joven, ambicioso y brillante agente de la CIA. Enamorado platónicamente de Kittredge.

Kittredge. Bellísima. De buena familia y también agente de la CIA. Además, casada con Hugh Montague, alias Harlot. También un poco ciclotímica

Hugh Montague. Otro oficial de alto rango. Absolutamente poderoso, en todos los sentidos. Marido de Kittredge y padrino de Harry.

Así que asistimos a una doble narración. Por un lado las historias personales de los cuatro personajes: complejas, sofisticadas, y muy ricas... Por otra parte, la historia de la CIA, desde los primeros 60 del pasado siglo, recorriendo algunos de los principales episodios, o de la historia de los EEUU, o de la propia compañía, o de ambos: Berlín y el túnel por debajo de la embajada soviética, la fallida invasión de bahía Cochinos, la crisis de los misiles, el asesinato de jfk...

La novela, estructurada entorno  a la correspondencia entre los cuatro personajes principales es muy buena. Pero de tan larga y ambiciosa, te desborda y cansa un poquito.

Mailer, en ocasiones ha hablado de una posible secuela, pero a día de hoy no hay nada... y Mailer murió en 2007, así que ... miau.

No se puede hacer una reseña de esta novela sin acordarse del personaje que, aunque secundario, resulta ser el más potente de la historia: William, el Rey, Harvey. Creación absolutamente maravillossa.