miércoles, 22 de diciembre de 2021

La nieve estaba sucia, Georges Simenon

Otra gran novela de Simenon. Estamos en alguna ciudad ocupada por los nazis, en algún momento de la guerra. Frank, apenas 18 añitos, es hijo de Lotte, madame de un burdel que goza de la protección de las fuerzas ocupantes.

Frank vive más allá del bien y del mal, en la amoralidad más absoluta: come y bebe los productos más lujosos del mercado negro en el bar de su amigo Timo, se acuesta cuando quiere con las pupilas de Lotte, apuesta y trafica desde la seguridad que proporciona el poder absoluto.

Pero el nihilismo de Frank le impulsa hacia el non plus ultra de la ignominia moral. Caerá. Y después de la caída, asistiremos a la redención.

Y todo ello, como es habitual en Simenon, en apenas 200 páginas. Prosa precisa, seca, desnuda. 

Todo en la novela es sobresaliente: el ambiente, los personajes y el estilo. 

miércoles, 15 de diciembre de 2021

El tejado de vidrio, Andrés Trapiello

Tercer volumen del Salón de los Pasos Perdidos. Tan agradable como los anteriores volúmenes. Seguiré con ellos. Aunque resultan difíciles de encontrar. 

El viaje a NY, de lo mejorcito. Y, por supuesto, las reflexiones del autor, entre cómicas, cínicas e irónicas.


miércoles, 8 de diciembre de 2021

Hitch-22, Christopher Hitchens

Christopher Hitchens fue un periodista-escritor-intelectual británico-estadounidense que vivió con intensidad la segunda mitad del siglo xx desde las trincheras de la extrema izquierda.

No hubo zona de conflicto que no visitara, personaje político de interés que no entrevistara y polémica ante la cual no tomara posición.

Este libro son unas memorias un tanto atípicas, ya que pasa por alto la mayoría de los asuntos personales, a la vez que dedica muchas páginas a asuntos que al autor le parecen especialmente importantes. Por ejemplo: el asunto de las armas de destrucción masiva y la guerra de Irak, la polémica acerca de Los versos satánicos y la fetua de Shalman Rusdhie. Y, por último, el judaísmo.


miércoles, 1 de diciembre de 2021

Acción de gracias, Richard Ford

Frank Bascomb ya es historia. Al menos para mí. Pero me ha dejado huella.

En esta tercera y última novela Frank sigue deambulando por NJ, vendiendo y alquilando casas, disfrutando de su recién alcanzada ataraxia, pero atenazado entre el cáncer de próstata y el miedo a la muerte.

Bascomb es contenedor de una extraña sabiduría, de una mezcla difícil de resignación cristiana y de esperanza y entusiasmo casi infantiles. 

Concluiré diciendo que Frank Bascomb es un buen tipo. No muy divertido, no demasiado interesante, pero siempre de fiar. Se está a gusto a su lado, acompañándolo en sus curiosos devenires. Siempre reflexionando, no siempre con sentido, pero en ocasiones demostrando una gran sabiduría.

jueves, 4 de noviembre de 2021

El día de la independencia, Richard Ford

Sea porque tengo algo de voyeur, o sea por otra cosa, lo cierto es que cuando me encariño con un personaje y con su forma de ver el  mundo, me gusta permanecer junto a él.

Es lo que me ocurre con Frank Bascombe. Acompañándolo, cómodamente instalado en su suburban, a lo largo de las costeras poblaciones de NJ, ponderando las virtudes inmobiliarias de cada suburbio, barrio o localidad, y valorando su potencial económico mientras valoramos las virtudes del periodo permanente  me siento cómodo, calentito, confortable, como en casa.

Lo mismo me ocurre cuando leo las reflexiones apesadumbradas y cargadas de temor, pero profundamente optimistas, de FB mientras se aproxima el tan ansiado como temido finD padre-hijo junto a Paul, el extraño retoño de FB.

FB sigue siendo el mismo. Derrotado, en este caso porque su segunda esposa le acaba de abandonar. A la deriva, cínico, resignado, con su buen corazón y su amor por el prójimo, excepto cuando el prójimo vota a Bush.

Una parte de la novela, quizá la más importante, gira alrededor de las dificultades comunicativas de los padres hacía los hijos. Frank siente un amor desbordado e incondicional hacia su hijo Paul, y por siente una admiración infinita hacía su padre. A pesar de ello, la relación es difícil e insatisfactoria para ambos. Como la vida misma.

Muy buena novela. 

jueves, 21 de octubre de 2021

El periodista deportivo, Richard Ford

Ya leí El periodista deportivo hace unos años, ver aquí. No me gusto. Pero vuelvo. La unanimidad del reconocimiento a su trilogía me obliga a darle otra oportunidad.

A veces no sabes si estás ante una novela, un tratado filosófico, un manual de autoayuda o un folleto propagandístico del medio oeste americano.

En la novela, pasar, lo que se dice pasar, no pasa mucho: la visita a la tumba de Ralph, el hijo muerto, en compañía de su exesposa, la jornada de pesca con el club de divorciados y la cena de pascua en compañía de la familia de su novia Vicky Arcenault.

Y poco más.

Bascombe es un hombre a  merced de los acontecimientos. No es que no pueda tomar las riendas de su vida, es que renuncia a hacerlo. Se siente a gusto meciéndose entre las suaves olas del destino.

Bascombe  no es feliz. Sus problemas, como los de casi todos, no tienen que ver con el dinero.

Quizá el mayor valor de la novela es el detalle con el que Ford desentraña sus pensamientos y su visión del mundo, en especial de las relaciones humanas, que tiene FB, y que en cierto modo, Ford convierte en paradigma de la normalidad. Puro Babbit.

miércoles, 15 de septiembre de 2021