lunes, 15 de agosto de 2016

Un hombre enamorado (Mi lucha: 2), Karl Ove Knausgard

Vuelvo con Knausgard. Este volumen abarca sus años con Linda, su segunda pareja, y la infancia de sus hijos John, Heidi y Vanja.

Pese a lo que el título pueda indicar, en mi opinión, este volumen tiene más que ver con la paternidad que con el enamoramiento.

Y es que Karl Ove es un hombre diferente. Para él, es necesario disfrutar de un espacio propio, absolutamente confinado, sin contacto con el resto de seres humanos, en el que leer, pensar y, sobre todo, escribir. Pero, como todos sabemos, tres hijos pequeños y una situación económica no del todo desahogada, lo hacen imposible.

Como siempre, Karl Ove, nos coloca dentro de la escena. Con él vamos de paseo, cambiamos pañales, limpiamos la casa, robamos una hora de aislamiento para leer el periódico en un café, tomamos trenes, autobuses y taxis para visitar a los abuelos, asistimos a los curiosos eventos del mundo cultural nórdico, participamos en fiestas infantiles de cumpleaños,...

La vida de Knausgard es triste, aunque trufada de momentos de felicidad luminosa. El sabe lo que quiere: soledad, tiempo, libros, inspiración, posteridad. Pero su vida lo lleva por otro camino: paternidad, disputas conyugales, incomprensión, frustación. Y el se resigna, pero no por ello deja de sufrir.

Y, interesante, conforme avanza la narración, el paisaje y la naturaleza cobran peso: el frío, el sol, la playa, el bosque, el viento,...

Notable.

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