viernes, 4 de noviembre de 2016

El tercer hombre, Graham Greene

Para una novela existe algo así como la velocidad crítica de lectura. Si le dedicas menos tiempo del marcado por un determinado umbral, al ir leyendo intentas aprehender la trama, pero sientes como la historia se te escapa entre los dedos como la arena en la playa.

Lo he notado muchas veces y con muchas novelas. Me acaba de ocurrir con El tercer hombre.

Graham Grene escribió esta novela breve como apoyo previo para un guión cinematográfico que le habían encargado. El resultado es una narración ágil y entretenida de apenas 120 páginas. Pero la historia es muy rica para tan pocas páginas. Quizá cumplió su objetivo pero, como novela, le falta desarrollo.

Estamos en la Viena de posguerra, dividida entre las potencias ganadoras. Holly Martins, periodista, llega a Viena reclamado por su amigo Harry Lime para un trabajo. Pero resulta que Harry ha muerto y Martins recorrerá Viena intentando deshacer el embrollo en torno a la muerte de su amigo.

Lo mejor de la novela es la recreación del ambiente vienés. Y los protagonistas, Martins y Lime, ambos interesantes y atractivos.

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