Alguna ventaja tienen que tener las noches de insomnio.
Uno de esos libros ligeros, comprado con la intención de leerlo en algún viaje, pero no leído y olvidado, ha sido devorado en apenas una noche de no dormir.
La soledad de los números primos es una novela breve, entretenida y un poco extraña que me ha interesado especialmente.
¿Por qué? Quizá por el inusual perfil del autor. Giordano es físico teórico y esta novela es su opera prima.
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