sábado, 14 de septiembre de 2013

Eugenio Oneguín, Aleksandr Pushkin

Esta obra, aunque una de las grandes joyas de la literatura rusa, no es muy conocida en occidente. En parte, quizá, por la homérica dificultad que supone traducir Eugenio Óneguin a cualquier lengua. Y es que estamos ante el poco habitual especimen literario denominado novela en verso. La narración de Pushkin es tan emotiva que a su autor le pareció que la vulgar prosa era un contenedor demasiado equlibrado para mostrar todo la desmesura con la que Oneguin se mueve en la vida.

El argumento no es especialmente interesante: joven héroe conoce a joven del lindo sexo, joven del lindo sexo se ofrece a joven héroe, joven del lindo sexo es rechazada, joven héroe ofende a prometida de su amigo, joven héroe y amigo se baten en duelo, amigo muerto por joven héroe, joven héroe abandona la cuidad y huye al campo, joven héroe regresa tras largos años, joven héroe conoce en fiesta a bella señora, joven héroe reconoce a antigua joven del lindo sexo en actual bella señora, joven héroe es rechazado por bella señora. Y fin de la novela.

La novela es breve, bella y se lee con facilidad, pese a lo que su aroma a élite intelectual pueda sugerirnos. Me ha resultado especialmente valiosa la introducción que acompaña la obra en la edición de Cátedra. Es esta introducción, además de contextualizar la novela, se hace un esfuerzo muy notable por informar al lector del desafío filológico que supone verter Oneguin a cualquier lengua diferente a la rusa.

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