miércoles, 21 de mayo de 2014

Tu rostro mañana 1: Fiebre y lanza, Javier Marías

Aterrizé sobre Fiebre y lanza en busca de una combinación tan atractiva como incierta. Pocas cosas me gustan más que una buena novela de espías y, por esto, me resultaba atractiva una novela de espías escrita por Marías, escritor de reconocido y justo prestigio.

Yo tenía mis suspicacias, porque tan cierto es que Marías escribe bien, como que su estilo me resulta, cada vez más, un tanto cargante.

El resultado no ha sido satisfactorio. He abandonado la novela poco después de superar su ecuador.

Marías nos cuenta en esta novela las andanzas, o mejor, las reflexiones, desvaríos y pajas mentales, del académico Jacobo Deza en su aventura británica, tras la ruptura con su esposa. En especial, sus inicios como espía al servicio del MI5 y sus relaciones con Wheeler, otro académico de postín.

Y no hay más. Un estilo primoroso, eso sí, pero aplicado, principalmente, a epatar al lector con los continuos derrames y ramificaciones que el interesante decurso mental del tal Jacobo Deza tiene a bien obserquiarnos.

Creo que estamos ante una novela en la que lo principal es el estilo. Si bien esto no es malo, ya estoy familiarizado con este estilo por anteriores obras de Marías y, aún reconociendo su merito y capacidad, cual aspirante a funcionario, no deja de resultarme pelín monótono y notablemente aburrido.


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