John Banville, y Benjamin Black, uno de sus seudónimos, son uno de los autores de moda. Sus novelas sobre el forense Quirke se venden como rosquillas.
Esta es la primera. A mi me ha parecido una digna novela negra/policiaca.
La intriga no se puede decir que te absorba. Eso sí, recrea unos ambientes poco habituales de manera convincente: la católica e hipocrita dublin del pasado siglo y la no menos catolica e hipócrita ciudad de Boston.
En medio, una sórdida historia de asesinatos, embarazos, bebes dados en adopcion y demás líos.
En definitiva, una novela de genero escrita con oficio. Pero eso, una novela de genero. No nos volvamos locos.
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