Otra historia de Wallander.
Tan enigmática y escabrosa as usual. Manteniendo el interés hasta el final.
Como siempre, un asesino anda suelto. Además, Sverdberg ha desaparecido.
Y Wallander, al borde de la cincuantena, en crisis. Enfermo, deprimido, no ha superado la ruptura con Baiba ni la muerte de su padre.
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