Alfred, jubilado, con parkinson, dominante e insatisfecho.
Enid, su esposa, a la que la envidia y su obsesión por las apariencias la hacen muy infeliz.
Gary, el hijo mayor, enredado en un matrimonio tóxico con Caroline y en una paternidad no menos tóxica con Jonah, Caleb y Aaaron, disfrutando de dinero, prestigio y posición. Su deseo de dominio y su odio le amargan la existencia.
Nadine, la hija mediana, cocinera de éxito, aunque su inestabilidad afectiva la hace ir a la deriva. Pese a ello, es el único núcleo estabilizador de la familia.
Chip, inmaduro, aventurero, inconstante, adorado por su padre e incomprendido por el resto de la familia.
Estos son los personajes.
Y el tema? La obsesión por las correcciones domina, pero hay algo más. Quizá el sentimiento de fracaso y un cierto nihilismo rodeado de éxito profesional y financiero.
Y tristeza, mucha tristeza. Y un estilo narrativo, divertido y ágil. Y un sentido del humor muy irónico. Mejor que irónico, mordaz.
Lúcida y dramática aproximación al Parkinson. Es inevitable sufrir con Alfred ese viaje hacia la nada.
Y por aquí y por allá, elementos propios de norteamérica: la dispersión familiar, la dificultad para afrontar jubilaciones y gastos médicos, adicciones, el vecindario y su importancia, al vida en las flatcities, la correccion politica,...
Novela grande, grande, grande..
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