jueves, 10 de junio de 2021

El maestro Juan Martínez, que estuvo allí, Manuel Chaves Nogales

Conocí a Chaves Nogales a través de un formidable libro de crónicas acerca de nuestra guerra civil (aquí). Me aficioné a él. Y ahora he leído esta divertida historia.

Juan Martínez es un gitano burgalés con mucho arte para el flamenco. Y estamos en los primeros años del siglo XX.

Juan se enamora de una gitanilla, la Sole, a la que rapta y con la que huye a París. Allí, los Martínez actuan en cabaretes y se ganan bien la vida gracias al talento de Juan. 

Pero poco a poco la vida se va complicando en Paris, así que los Martínez van cambiando de destino, siempre a la búsqueda de lugares en los que el arte flamenco sea valorado. Primero Turquía, luego Rusia.

Y estando en Rusia llega 1917 y estalla la mundial. A partir de aquí todo serán aventuras siempre dramáticas y siempre narradas con maestría y sentido del humor, entre Petrogrado y Moscú.

Los Martínez no se meten en política, pero Juan deja traslucir un cierto desprecio por los bolcheviques. Allí donde éstos aparecen, la gente desaparece de las calles mientras las colas, el desabastecimiento y el hambre se extienden por doquier. Mientras cierran los teatros y cabaretes la guardia roja abusa de su autoridad de manera arbitraría. Por no hablar de la tristeza que despierta ver como en cuestión de días una ciudad burguesa, hermosa, llena de fiestas, teatros y conciertos se convierte en una ciudad oscura y triste, en la que da miedo salir a la calle.

Por ser justos, Juan tampoco ahorra críticas a la brutalidad de los blancos.

Al poco, los Martínez, intentando salir de Rusia, irán hacia el sur. Primero Kiev, luego Odesa. Allí, sufrirán la guerra civil más que en ningún sitio, porque los blancos y los rojos, se laternarán en sucesivos avances y retrocesos durante los 6 años de guerra civil.

En definitiva, una buena lectura para aquel que todavía tenga una visión romántica de lo que es una revolución.

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