martes, 5 de marzo de 2013

Wilt, Tom Sharpe

No suelo leer libros de humor. De hecho, la propia categoría libro de humor me suena un poco extraña. No suelo leer para reírme. Así de soso y de extraño soy.

Pero, no se cómo ni por qué,  hace unos días me vi comenzando la primera de una de las series de novelas más conocidas de la literatura actual: Wilt, de Tom Sharpe.
La novela me ha gustado mucho. Muy divertida y provocadora. Además, el humor de Sharpe, bueno o malo, me hace sentirme cómodo disfrutando de él. Nada trivial, ni chusco, ni escatológico ni vergonzante. Humor inteligente. Aunque supongo que aquel humor que nos gusta siempre nos parece inteligente.

Wilt se dedica a dar clase de literatura en una Escuela de Artes y Oficios a Carne 2, Yeseros 1, Instaladores de Gas 3 o Secretarias 4. Su trabajo le pone en contacto con el lado bárbaro de la vida y en casa, Eva, su entusiasmática esposa, no le pone las cosas fáciles. Wilt fantasea con asesinar a su esposa y Eva fantasea con cada novedad vital que aparece en sus cercanías. La cuestión es que sin saber muy bien cómo, Wilt es acusado de asesinato mientras Eva recibe gustosa su bautismo lésbico y una muñeca hinchable es objeto de la atención de la policía. El enredo es constante y las situaciones, entre surrealistas y escandalosas, se suceden de manera constante.

La novela me ha parecido divertida y recomendable.


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