Sigo a la busca de mi nuevo Wallander. Debo decir que todavía no lo he encontrado, pero este Adamsberg no esta mal. Prometedor, como mínimo.
Llegué a Fred Vargas por un artículo de periódico . Me llamó la atención el atípico perfil de la autora: académica de reconocido prestigio que acude a la literatura por diversión y acaba pidiendo una excedencia y forrándose.
Me muero de envidia.
El caso es que El hombre de los círculos azules es una novela policiaca un poco particular. Su protagonista, el comisario Adamsberg, es un recién llegado a la capital desde el Pirineo. Su fama le precede y su heterodoxia desubica a sus subordinados. Pero lo más llamativo de Adamsberg es que es un poli sin método.
La trama de la novela llama la atención y sus personajes, también los secundarios, son todos ellos muy originales. Quizá demasiado, ya que resultan un pelín increibles.
Vargas, a veces, abusa de sus personajes, tan alternativos y originales ellos. Tanto que los diálogos, en ocasiones, no están lejos de parecer pajas mentales.
El contrapeso de Adamsberg, Danglard, también tiene interés, y la relación entre ambos tiene potencial de cara a sucesivos episodios de la serie.
En resumen, entretenida, original y prometedora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario