martes, 8 de mayo de 2018

César Birotteau, Honoré de balzac

La Comedia Humana es a la literatura francesa lo que Los Episodios Nacionales a la literatura española.

Balzac, junto con Zola, Flaubert, Stendhal y Proust, es uno de grandes-grandes-grandes de la literatura francesa. Y su más grande obra es la Comedia Humana.

La Comedia Humana es un ambiciosísimo intento de estudiar y describir la vida francesa entre la caída de Napoleón (1815) y el inicio de la monarquía de Julio (1830).

Para ello, Balzac planea la escritura de más de un centenar de novelas que plasmarán de manera exacta e imperecedera ese instante de la vida de Francia.
Aunque el plan no fue concluido por su autor, la cantidad y calidad de las novelas escritas es tal que el peso de Balzac y su Comedia en la cultura francesa es difícilmente exagerable.

Cesar Birotteau es una de las grandes novelas del ciclo. La novela intenta retratar esa burguesía ambiciosa que tras la revolución ha conseguido un peso político parejo al peso económico que ya disfrutaba.

César es un ejemplo paradigmático del burgués honrado y trabajador que se deja deslumbrar por la luz cegadora de la especulación y el enriquecimiento rápido.

Y es que estamos en una época en la que la efervescencia de la bolsa, el crecimiento de las ciudades, el auge de los banqueros, el uso de efectos comerciales y la habitual vitalidad comercial francesa se juntan para propiciar posibilidades de crecimiento económico nunca vistas. Y entre todo esto, pequeños intersticios que serán ocupados por arribistas, sinvergüenzas y estafadores que se enriquecerán sin esfuerzo propiciando la ruina de los más desprevenidos.

Pero como bien sabemos los ciudadanos del s. XXI, el riesgo, la crisis y la bancarrota son el feo reverso del capitalismo plenamente desarrollado que tanta luz irradia por su anverso.

Total, que asistiremos a la caída del ambicioso perfumista en las fauces de tiburones sin piedad.

Magnífica recreación de todos los personajes de la obra. Desde el protagonista, su mujer y su hija, hasta cualquiera de los financieros, notarios, dependientes, prestamistas y criados que aparecen en la novela.

Por poner un pero, se podría decir que la novela está escrita en un tiempo en el que el lector estaba más familiarizado con el uso habitual de determinados efectos comerciales (letras y pagarés). Para el lector de hoy, resulta difícil seguir la narración cuando se explican con cierto detalle las operaciones financieras o comerciales en términos de descuentos, protestos, endosamientos, librados y libradores, garantías y empréstitos.


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