martes, 9 de julio de 2013

Camino de Los Ángeles, John Fante

Ya se sabe que los libros y los autores son como las cerezas. Unos nos llevan a otros. Sabes cómo empiezas pero no donde vas a terminar.

En este caso, llegué a Fante a través de Bukowski. Podríamos decir que Fante, ya muerto, fue unos de los iniciadores del realismo sucio, mientras que Bukowski, probablemente, representa su máximo exponente.

Además, hay que tener en cuenta que Fante escribe en los años 30 y 40 del siglo pasado, por lo que su tratamiento del sexo y de la violencia es muy diferente al de Bukowski, que escribió 30 años más tarde. Los cambios sociales en cuanto a nuestra relación con el sexo y la violencia ocurridos entre los años 30-40 y los años 60-70 del siglo pasado en las sociedades occidentales han sido asombrosos.

Camino de los Ángeles es la primera de las novelas de Arturo Bandini, su personaje más conocido. Podríamos decir que Arturo Bandini es a Fante como Henry Chinasky es a Bukowski.

La novela es autobiográfica, en mayor o menor medida, y nos conduce a través de los primeros años de Bandini-Fante. Bandini es un joven agresivo, rebelde e intolerante, alienado por sus lecturas no digeridas de Schopenhauer, Nietzsche y Spengler, que convencido de su talento y su superioridad moral e intelectual sobre la plebe, vaga sin rumbo por una existencia llena de frustración y rabia.

Tras unos años de empleos mal pagados y continuos enfrentamientos familiares, Bandini abandona el hogar y se dirige a Los Ángeles donde, está convencido, escribirá su gran novela y mostrará al mundo su talento.

Echo a faltar en la novela un punto de sentido del humor que haga soportable la figura de Bandini. Arturo Bandini rebosa desprecio hacia los demás y, a cambio, no nos ofrece mucho, así que llega a convertirse en un personaje dificil de soportar.

A pesar de lo cual, continuaré leyendo alguna novela más de Bandini. Al menos, la más famosa: Pregúntale al polvo.

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